Un juez portugués ha aceptado reabrir el caso de los seis jóvenes que murieron ahogados el año pasado en la playa de Meco, a 50 kilómetros de Lisboa, apenas dos meses y medio después de que la Fiscalía decidiese archivar la investigación por considerar que no había indicios de delito. Así lo confirmaron fuentes del gabinete de abogados que representa a los familiares de las víctimas, quienes avanzaron que se prevé que sea llamado a declarar el único superviviente de la tragedia, Joao Gouveia.

El cierre de la investigación por parte del Ministerio Público estuvo rodeado de polémica en Portugal y los familiares de las víctimas criticaron públicamente la fase de instrucción.

La tragedia se relacionó de inmediato con un posible caso de novatadas, ya que tanto los seis fallecidos como el único superviviente eran estudiantes universitarios, aunque la Fiscalía no encontró pruebas y atribuyó lo ocurrido a un accidente. Una de las claves para conocer lo ocurrido es el testimonio de Gouveia, quien dio la voz de alarma aquella madrugada del 14 al 15 de diciembre de 2013 tras escapar a la fuerza del mar y que recibió el alta del hospital a la mañana siguiente.

Los seis fallecidos, cuatro chicas y dos chicos con edades comprendidas entre los 21 y los 25 años, eran estudiantes en la universidad privada Lusófona de Lisboa. Los jóvenes habían alquilado una casa de fin de semana en Alfarim, una localidad cercana a la playa de Meco, a 50 kilómetros al sur de la capital lusa.

La prensa portuguesa reveló que el encuentro tenía como objetivo preparar actividades como responsables de la Comisión de las Novatadas de la Universidad Lusófona, en la que el superviviente ostentaba el mayor rango y era conocido como 'el Duque'.

La enigmática muerte por ahogamiento de las cuatro chicas y los dos chicos, que fueron arrastrados por una ola mar adentro, llevó a la Fiscalía a abrir una investigación en enero pasado enero y la mantuvo bajo secreto de sumario hasta el pasado 30 de julio, cuando decidió archivar el caso.