Más de 300 jóvenes denunciarán la "vergüenza" de la capea ilegal de Estremera

  • Emprenderán una acción colectiva para pedir responsabilidades civiles, como la devolución del dinero e indemnizaciones por daños y perjuicios y por daño moral.
  • "Ya ha sido algo grave, pero lo podría haber sido mucho más y haber ocurrido algo similar a lo que pasó en el Madrid Arena", dice el letrado Ángel Luis Ramos.
  • Cerca de un millar de jóvenes fueron abandonados por los organizadores del evento: "Nos quedamos allí, en medio de la nada, empapados y muertos de frío". 
Imagen exterior de la capea organizada por Mr. Happiness en una finca de Estremera.
Imagen exterior de la capea organizada por Mr. Happiness en una finca de Estremera.
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Imagen exterior de la capea organizada por Mr. Happiness en una finca de Estremera.

"Las cosas se hacen bien o no se hacen". Con esta máxima, la empresa Mr. Happiness prometió varias horas de diversión y buena música a los asistentes a la capea que organizó el pasado sábado en una finca situada en la localidad de Estremera, a unos 62 kilómetros de la capital. Sin embargo, lo que parecía una fiesta de primer nivel para más de 3.000 personas se convirtió en una auténtica pesadilla.

Cerca de un millar de jóvenes, que pagaron entre 20 y 35 euros por una entrada que incluía vaquillas, la actuación de varios DJ, comida, bebida y transporte (ida y vuelta), fueron abandonados por los organizadores del evento en la finca. Muchos de ellos presentaban síntomas de hipotermia, según confirmaron a este diario varios testigos, en el momento de ser auxiliados después de soportar una noche fría y lluviosa. También se quejaron de la falta de comida y bebida y de que una carpa se hundió parcialmente.

Por ello, más de trescientos jóvenes se han puesto en contacto ya con Juárez Bufete Internacional para denunciar lo ocurrido y emprender una acción colectiva contra los organizadores del evento para pedir responsabilidades civiles, como la devolución del dinero e indemnizaciones por daños y perjuicios y por daño moral.

El letrado Ángel Luis Ramos ha precisado que Juárez Bufete Internacional aún no sabe quiénes son los responsables de la fiesta denominada 'Segunda Capea Mr. Happiness', con el nombre comercial de una marca de ropa que asegura que ellos prestaron el nombre pero no organizaron el evento, y ha destacado el peligro que corrieron los afectados.

"Ya ha sido algo grave, pero lo podría haber sido mucho más y haber ocurrido algo similar a lo que pasó en el Madrid Arena", ha sostenido. La Guardia Civil también está recopilando denuncias para llevar a cabo una investigación y determinar las responsabilidades de la empresa organizadora.

Para colmo, la fiesta era ilegal. Ni la comunidad ni el Ayuntamiento de Estremera habían autorizado el evento. "Ni lo autorizamos ni tuvimos conocimiento de nada hasta que nos lo comunicó la Guardia Civil esa madrugada", explica a 20minutos el alcalde de la localidad, José Carlos Villalvilla, quien asegura que están estudiando demandar a los organizadores. "Es una irresponsabilidad. No se puede jugar así con la vida de la gente".

No había autobuses suficientes

El problema surgió por la falta de autobuses para regresar a Madrid, según denuncian los asistentes. Sobre las dos de la madrugada se apagó la música y la fiesta tocó a su fin. Fue entonces cuando la gente que quedaba intentó abandonar el recinto y se encontró con que no había plazas suficientes en los autobuses para todos.

"La gente se golpeaba y empujaba por conseguir un sitio. Pasó el tiempo pero no aparecieron más autobuses", señala una de las afectadas. "Buscamos a cualquier responsable para que nos informase sobre nuestra vuelta a casa. Pero ya no quedaba ninguno. La organización se había marchado sin dar explicaciones".

"Cientos de personas nos quedamos allí, en medio de la nada, empapados y muertos de frío, esperando unos autobuses que nos prometieron para regresar a nuestras casas pero que nunca llegaron. Fue una vergüenza", lamenta otra afectada.

El resultado de este despropósito fue que unos 1.000 jóvenes se quedaron en la finca sin tener modo alguno de regresar a la capital. Por eso, pasadas varias horas, unos 300 jóvenes, según fuentes de la Benemérita, se echaron a la carretera para caminar hacia el pueblo más cercano, Fuentidueña del Tajo, para tomar alguno de los autobuses interurbanos que salían a primera hora de la mañana.

Ante tal caudal de personas, la Guardia Civil tuvo que cortar la vía para evitar accidentes de tráfico. Protección Civil y la Cruz Roja también auxiliaron a los jóvenes y dispensaron mantas y bebidas calientes para evitar la hipotermia hasta que cogieran el autobús de vuelta a sus casas.

"Es una estafa sufrida por todos"

La empresa hizo público este martes un comunicado en el que se disculpó por lo sucedido y señaló que quiere asumir su "absoluta responsabilidad de cara a la gestión de la comida durante el evento". "Las condiciones meteorológicas tan fuertes nos obligaron a modificar ciertos puntos de la organización a medida que avanzaba el evento", añade.

Respecto a la falta de medios de transporte, Mr. Happiness argumentó que se trata "de una estafa sufrida por todos, tanto organizadores como clientes, por parte de la empresa de autobuses".

"Desde la organización contratamos y pagamos por un número de autobuses más que suficiente para todos los asistentes, pero la empresa no cumplió desde el primer momento. El problema es que a la vuelta la empresa de transportes contratada no cumplió con su compromiso de prestación del servicio ocasionando los trastornos sufridos", argumentan.

Por último, los promotores de la fiesta han afirmado que estudian emprender acciones legales por esa situación y prometen "recompensar a los que vivieron el discurso de última hora". 20minutos intentó, sin éxito, recabar la postura de Vip Transfer Service, la empresa contratada para el traslado de los asistentes a la fiesta.

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