Con 37 años, Dani Martín lleva dos décadas coleccionando éxitos en el mundo de la música: primero, con la banda El Canto del Loco; después, en solitario. Fruto de ello es su último trabajo, Mi teatro, un álbum grabado en directo el pasado mes de mayo, cuando abarrotó el Palacio de los Deportes de Madrid durante dos noches consecutivas de la mano de invitados como Serrat, Sabina, Alejandro Sanz o Leiva. Tras estrenarse en iTunes con éxito, este martes el disco llega a las tiendas.

Antes de llegar a las tiendas, 'Mi teatro' ha sido lanzado en formato digital. ¿Un signo de los tiempos?

Me parece genial que haya plataformas como iTunes o Spotify que sin necesidad de ducharte, vestirte o coger el coche, te permitan escuchar música. En lo que a mí respecta, soy un romántico y espero con ganas el vinilo que llegará en noviembre.

Mirando los datos de la piratería, ¿cantar hoy es cosa de locos?

No, para mí es una necesidad. Sé que la situación está mal pero en vez de achantarme, saco pecho. He ampliado el número de músicos en los conciertos (hasta doce) y he bajado el precio de las entradas. El problema es que hay quien pretende ganar lo mismo que hace siete u ocho años y eso es absurdo.

A vueltas con la crítica, ¿tiene que morirse para que reconozcan su talento?

Eso no me quita el sueño. Me preocuparé cuando en vez de las 13.000 personas que acudieron al concierto en Madrid, vengan tres. En cuanto a los críticos, creo que algunos escriben guiados por prejuicios e inseguridades. De cualquier forma, he sido capaz de vender 4.000 tickets de una tirada, no me voy a preocupar de que un tío ponga en su periódico que sigo haciendo música para quinceañeras. Y, sí, ojalá que cuando tenga 50 años las quinceañeras sigan viniendo a verme, eso significará que mi música sigue viva y joven.

¿Y se ve haciendo la misma música con 50?

Hoy no hago la misma música que cuando tenía 25 pero no tengo necesidad de justificarme, ya he pasado el momento de El Canto del Loco en el que quería gustar a todo el mundo. A unos mi trabajo les parecerá interesante y a otros, no. Puede que no le pueda gustar a un tío que va en Harley-Davidson o a un fan de Barón Rojo... o sí. Yo me permito escuchar todo tipo de música, sin complejos.

Por ejemplo, siempre cita a Extremoduro.

Los escucho desde que tenía 14 años, tengo hasta vinilos de coleccionista y sus singles en 45 revoluciones. Les vi en Madrid hace años tocando con Platero y Tú.

Y Extremoduro, ¿le escuchará a usted?

No sé si me escuchan a mí, no les conozco, pero yo creo que lo que hago no tiene que ver con ellos. Aunque su música tampoco tiene que ver con lo que yo hago y yo sí les sigo. Creo que estar abierto a diferentes músicas es enriquecedor y te hace crecer. Es como quien solo ve cine polaco y, por ello, se pierde el francés, el inglés o el americano...

¿Qué siente cuando en los conciertos ya nadie da palmas porque tienen las manos ocupadas con el móvil?

Es un fenómeno muy reciente, hace nada la gente no tenía móviles de última generación y 'estaba' en el concierto. Ahora mi gira comienza con la voz del actor de doblaje que hace de Gandalf en El señor de los anillos pidiendo a la gente que se den el permiso de vivir el concierto y que dejen de contarlo a quien no está ahí. Hay gente que en vez de disfrutar del show, solo piensa en compartirlo en las redes sociales, ¡es un ojete!

Ha puesto en Facebook: "Desconfiad de los hombres con cejas depiladas". ¿Una reinvindicación del entrecejo?

Quiero decir que hay que desconfiar de esa historia que nos intentan vender del hombre perfecto, bronceado, con cremas, depilado, con camisas escotadas... ¡Señores, seamos más naturales, dejemos de alejarnos de la realidad!

Su rollo es, por lo que dice, más 'normcore'.

Lo que soy es un antihipster, normal y corriente, con un pantalón y una camiseta y ya está.

Dice en su canción 'Qué bonita es la vida'. ¿Para quién?

Para mí la vida es bonita y trato de agarrar esa positividad y compartirla y extenderla a esa gente que necesita una inyección de optimismo, porque para ellos no lo es tanto.

¿Y no hay nada de lo que esté hasta las 'ébolas'?

Sí, de la falta de información real por parte de nuestros representantes. El otro día puse en un tuit que me sentía como un niño de 6 años a quien han abandonado sus padres a los 4 de la mañana. Falta un padre que diga: "Señores, estén tranquilos que está todo bajo control", y que transmita credibilidad. Hay falta de liderazgo en nuestros gobernantes.

¿Qué piensa de los medios de comunicación? Han exhibido su vida privada sin pudor...

No me creo importante como para ocupar el espacio de una revista, soy un llenapáginas nada más y me da igual. Está permitido por ley que te hagan una foto y que un programa se lucre con ello, así que no hay nada que hacer, permitido está.

Dani Martín nació en San Sebastián de los Reyes (Madrid) en 1977. Estudió arte dramático en la escuela de Cristina Rota. En 1999 fundó El Canto del Loco, banda con la que ha vendido más de un millón de discos. En 2010 inició una carrera en solitario.