La Sala II del Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 127 años y medio de cárcel para el celador de un geriátrico de Olot (Girona) por el asesinato de 11 ancianos entre los años 2009 y 2010. Les suministró ácido cáustico, psicofármacos y otras sustancias para acabar con sus vidas. El celador, Joan Vila, confesó haberles dado dichos fármacos en sus declaraciones ante la Policía, el juez instructor y el juicio oral.

Las sentencias fueron dictadas por un tribunal del jurado de la Audiencia de Girona y por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

El Supremo rechaza el recurso del celador, en el que esgrimía que no había pruebas suficientes para acreditar que había asesinado a 8 de los 11 ancianos.

El Supremo tacha de contradictorios e incoherentes los argumentos de Vila, que "se adentra en una línea argumental notablemente irreal e inverosímil, al apuntar hacia la posibilidad de que, al margen de su conducta homicida, concurriera la de otra persona que, sin estar de acuerdo con él y por su propia cuenta, perpetrara también esta clase de actos homicidas con respecto a otros ancianos diferentes a los que tres que él admite haber asesinado".

La sentencia confirmada condena a Vila indemnizar con 369.000 euros a los familiares de las víctimas, y establece en 40 años el límite de la pena de cárcel.