Rafael Nadal demostró con su victoria ante Roger Federer que es el rey indiscutible de la tierra batida: ya lleva 67 victorias consecutivas, récord difícilmente igualable a corto y medio plazo.

Pero más allá de las estadísticas, Nadal ha demostrado que le tiene tomada la medida y comida la moral a Federer, el indisctutible número uno mundial.

Nadal y Federer se han enfrentado en diez ocasiones y en siete de ellas ha ganado el español.

Bien es cierto que de esas siete victorias cinco han sido en tierra y dos en pista dura (ninguna en hierba), pero no es menos cierto es que algo le pasa a Federer con Nadal, ningún rival le pone en tantos apuros, ningún otro jugador le hace sufrir tanto.

La pregunta es inevitable: ¿Por qué? ¿Qué tiene Nadal para doblegar a Federer, para conseguir lo que nadie ha podido lograr en los últimos años?

Siempre un golpe más

Ante Federer, Nadal se muestra superior, más ambicioso y con mayor capacidad de reacción.

El español desquicia a Federer y ahí está una de las claves de la superioridad, moral incluso, de Nadal.

El suizo había preparado el torneo de Montecarlo dado que la tierra batida no es su superficie preferida y que este año ha establecido como objetivo prioritario (y casi único) ganar Roland Garros, el único torneo grande que le falta.

Las razones por las que Nadal se le atraganta a Federer, o por qué el español sabe jugarle tan bien, son múltiples.

Rafa le obliga a un golpe más, le abre ángulos para que se estire y no golpee con comodidad, le inquieta al resto y tiene una fuerza mental superior a sus adversarios. El resultado es desesperante para el de Basilea.

Este lunes empieza el torneo Conde de Godó. Federer no estará; Nadal intentará ganarlo por tercera vez consecutiva e igualar el récord de Mats Wilander en Barcelona.

Posiblemente los dos mejores jugadores del momento no coincidan hasta el torneo de Roma, antesala de Roland Garros.

Veremos entonces si Federer es capaz de ganar a Nadal o si, por el contrario, Nadal sigue siendo su única "bestia negra".