Albarracín es uno de los pueblos más bellos de España. Esta localidad de Teruel esconde muchos pequeños tesoros. Uno de ellos es la Casa de la Julianeta, la humilde “torre de Pisa” de Albarracín. Como aquella torre italiana, también ésta –por inclinada– parece a punto de derrumbarse.
Construida a base de yeso y madera, la Casa de la Julianeta data del siglo XIV y se levanta en el ángulo agudo que forman dos calles en cuesta (la del Portal de Molina y la de Santiago), lo que acentúa la sensación de desequilibrio. La casa tiene algo de cuadro cubista. Quizá por eso se ha reconvertido tras su rehabilitación en un taller de artistas, aunque sin perder por ello su carácter residencial.
La mejor foto, la que mejor describe su aspecto irregular, como deformado, es a través del portal de Molina, un arco abierto en la muralla larguísima de este pueblo turolense. Albarracín es un hermoso enjambre de arcos, pasadizos, costanillas y casas del color rojizo de la tierra, como la de la Julianeta, que guardan una precaria verticalidad.
Albarracín es Monumento Nacional desde 1961 y candidata de la Unesco para ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Pasadizos, escalinatas, callejuelas... forjan el entramado de esta población, cuya difícil topografía la hace aún más encantadora.
Casa de la Julianeta representaba a Aragón en la edición 2014 de El Mejor Rincón de España, de Guía Repsol. No ganó, pero es sin duda un rincón a descubrir.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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