El papa pide que las residencias de ancianos sean "realmente casas y no prisiones"

  • El papa Francisco ha asegurado que el abandono de los ancianos es como "una eutanasia escondida".
  • "No pueden existir centros donde los ancianos vivan olvidados y escondidos", ha afirmado el pontífice en la 'Fiesta de los Abuelos'.
  • Para el papa Francisco, las residencias deben ser "pulmones y santuarios de humanidad".
El papa Francisco sale de la Iglesia de Jesús en Roma.
El papa Francisco sale de la Iglesia de Jesús en Roma.
EFE
El papa Francisco sale de la Iglesia de Jesús en Roma.

El papa Francisco pidió este domingo que las residencias de los ancianos sean "realmente casas y no prisiones", durante el discurso que pronunció en la Plaza de San Pedro en ocasión de la 'Fiesta de los Abuelos'.

Ante cerca 40.000 ancianos que llenaron la plaza, el pontífice argentino dijo: "no pueden existir centros donde los ancianos vivan olvidados y escondidos".

"Las residencias deben ser pulmones de humanidad en un país, en un barrio o en una parroquia. Deben ser santuarios de humanidad donde quien es viejo y débil es cuidado como un hermano mayor", agregó.

El pontífice argentino reiteró su denuncia a la llamada "cultura del descarte" y aseguró que el abandono de los ancianos es como "una eutanasia escondida".

Para Francisco, "un pueblo que no protege a sus abuelos y no les trata bien es un pueblo que no tiene futuro. No tiene futuro porque pierde la memoria y se separa de sus raíces".

"Una de las cosas más bonitas en una familia es poder acariciar a un niño y dejarse acariciar por el abuelo o la abuela", indicó.

"Sociedad más inclusiva"

Durante la ceremonia que fue amenizada por cantantes como el tenor Andrea Bocelli, Massimo Ranieri y Claudio Baglioni, tomaron la palabras varias familias que relataron su testimonio.

Entre ellas se encontraba una pareja de ancianos cristianos procedentes de Erbil, en el Kurdistán iraquí, ambos de 70 años y padres de 10 hijos, que tuvieron que escapar de la zona en agosto tras el asedio de los extremistas de Estado Islámico (EI).

A ellos se refirió el pontífice cuando aseguró que "la violencia contra los ancianos, como contra los niños, es algo inhumano".

"La vejez es un tiempo de gracia en el que el Señor nos renueva su llamada y nos dice que transmitamos la fe y recemos e intercedamos ante quienes tienen necesidades", expresó Francisco.

El papa destacó que los ancianos son los que tienen que "transmitir la experiencia de la vida, la historia de la familia, de la comunidad, de un pueblo y compartir sabiduría".

"Qué suerte estas familias que tienen a los abuelos cerca. Los abuelos son padres dos veces", agregó.

En este sentido, ha llamado a "construir con paciencia una sociedad más inclusiva",  una sociedad que mida su paso en estas personas.

En la ceremonia también ha estado Benedicto XVI, a quién el papa Francisco ha abrazado con cariño al final de la primera parte del encuentro.

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