El 'jefe' Solomon Osagie Alonge, elegante y noble fotógrafo real de la corte africana de Benín

  • Exponen la obra de uno de los primeros fotógrafos africanos con estudio propio.
  • Solomon Osagie Alonge (1911-1994) fue retratista durante medio siglo de las familias reales de Benín, en la actual Nigeria.
  • El archivo de Alonge, que también fotografió a la sociedad nativa, es uno de los más notables de la época colonial, con más de 3.000 imágenes.
Retrato de una muchacha adolescente realizada y coloreada a mano por Alonge en el Ideal Studio en torno a 1950
Retrato de una muchacha adolescente realizada y coloreada a mano por Alonge en el Ideal Studio en torno a 1950
Chief S.O. Alonge Collection - Smithsonian’s National Museum of African Art
Retrato de una muchacha adolescente realizada y coloreada a mano por Alonge en el Ideal Studio en torno a 1950

El Reino de Benín, también conocido como Reino Edo y con ninguna relación más que la cercanía geográfica con el actual estado africano de Benín, fue un importante enclave del comercio de esclavos durante el siglo XVII. En 1897 sufrió una invasión punitiva británica. Los soldados ingleses derrotaron a los monarcas tribales, dejaron reducida a cenizas la capital, también llamada Benín, y saquearon sus ricos tesoros arqueológicos en bronce. El ataque significó el fin de la indepencia del reino, que se integró en la colonia de Nigeria.

Los conquistadores británicos, con su habitual tendencia a mantener ciertas concesiones decorativas entre la población sometida, dejaron que la corte de Benín, con los oba (reyes) al frente, siguiera ejerciendo. Era poco más que una ilusión de poder, pero la institución real mantenía altas prerrogativas sociales y contaba con gran ascendente entre los súbditos. El reino fue uno de los primeros de África en tener un fotógrafo oficial, el Jefe Solomon Osagie Alonge (1911-1994).

Uno de los primeros fotógrafos nativo de África

Durante medio siglo, este pionero, uno de los primeros profesionales africanos nativos, ejerció como retratista de los obas Akenzua II (1933-1978) y Erediauwa (desde 1979 hasta hoy) y sus familias. Alonge, un hombre educado, elegante y de distinguidos modales que le hacían parecer noble, abrió también un estudio fotográfico y documentó a la sociedad nigeriana y sus costumbres. La exposición Chief S.O. Alonge: Photographer to the Royal Court of Benin, Nigeria (El 'jefe' S.O. Alonge, fotógrafo de la Corte Real de Benin, Nigeria) desvela su legado.

La muestra, que organiza y expone el National Museum of African Art del Instituto Smithsonian de Washington (EE UU), saca a la luz gran parte del poblado archivo del fotógrafo, que dejó unas 3.000 imágenes. En cartel durante el próximo año, la exhición conmemora también el centenario de la unificación de Nigeria y enfatiza el papel que jugaron los fotógrafos del país para asentar la historia y explorar nociones como la identidad nacional y la memoria histórica.

Esmoquin y pajarita

Alonge, que aprendió el oficio de la fotografía durante su juventud en Lagos en los años veinte del siglo pasado, consideraba que el oficio de retratar era una "vocación honorable y distinguida". Durante sus trabajos oficiales para los oba vestía con pantalón rayado, chaqueta de esmoquin y pajarita para documentar, con una vieja cámara Kodak de placas de cristal, los rituales, la pompa y las galas de las familias reales. La colección incluye tomas de visitas de dignatarios extranjeros, como la reina Isabel (1956), así como retratos de una gran belleza, como el de la joven y hermosa reina Ohan Akenzua, esposa de Akenzua II, durante un viaje oficial a Londres.

Además de jefes nativos, líderes políticos y celebridades, la colección contiene retratos y fotos sociales que Alonge realizó en el Ideal Studio, que abrió en 1942, una de las primeras empresas comerciales de fotografía del occidente africano. Desde el negocio Alonge demostró un gran olfato para mostrar la transición del colonialismo a la independencia —la foto de grupo del Benin Social Club muestra a bastantes de los líderes nigerianos en reclamar la total autonomía para el país—.

Bodas, un dandi, un policía y su bicicleta...

Fotos de bodas, el retrato con cierto aire naíf del ganador de un torneo de tenis, un policía negro con su bicicleta, un dandi sofisticado de los años cincuenta, una fotogénica muchacha de 16 años recostada en un sillón y numerosos objetos conmemorativos o personales del fotógrafo —el bandoneón que tocaba, sus botas de cuero...— completan, entre varios centenares de fotos más, la  muestra antológica.

La coordinadora de la muestra, Amy Staples, archivero principal del museo, señala que estamos ante una "colección única" de un fotógrafo con grandes cualidades. "Sus retratos de la élite social emergente de Benín ilustran las influencias cosmopolitas y modernizadoras del siglo XX en Nigeria", añade.

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