Una inusual coincidencia de tres fenómenos meteorológicos ha hecho que las tres primeras semanas de septiembre hayan sido infernales en la Comunitat, hasta el punto de convertirse en las más calurosas al menos desde el año 1950 que existen registros.

Y es que, según han explicado este martes desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), "por un lado había una borrasca frente a las costas de Portugal que canalizaba el aire cálido y, por otro, en el litoral mediterráneo ha habido una estabilidad que ha impedido la renovación de la masa de aire, unida a las altas temperaturas del mar".

Así, todos estos factores juntos han propiciado una  temperatura media estas tres primeras semanas de 23,9 grados (2,4 grados por encima de la media normal). Los valores más altos fueron de 40 grados el día 2 en Fontanars y Ontinyent.

En Valencia capital se alcanzaron los 36,7 grados el día 11, jornada en la que se se llegó a los 37,6 grados en Manises, que fue el valor más alto de los observatorios oficiales de Europa ese día.

Este fenómeno ha agravado la situación de sequía que ha registrado la Comunitat del 1 de septiembre de 2013 al 31 de agosto de 2014.

Según fuentes de Aemet, en este periodo se han registrado en la Comunitat las precipitaciones más bajas desde que hay registros (año 1950). Las comarcas con más déficit pluviométrico en los últimos 12 meses son el Camp de Morvedre, La Safor y el Baix Vinalopó, en las que se ha acumulado poco mas de una cuarta parte de lo que suele ser normal.

La precipitación media ha sido de 213 litros por metro cuadrado, un 58% menos de lo habitual, lo que Aemet califica como un año «extremadamente seco».

Las tormentas han hecho de nuevo acto de presencia en la Comunitat este martes, especialmente en la provincia de Castellón y en la de Valencia.

Así, hasta las 17.30 horas se habían recogido 56 litros por metro cuadrado en Sarratella, 36,4 en Vilafranca, 27,8 en Alcalà de Xivert, 24 en Sagunt, 23 en Sot de Ferrer y 13 en Atzeneta. Hoy está previsto que remitan las lluvias.

La Unió de Llauradors cuantificó en 3,5 millones de euros las pérdidas causadas por el pedrisco de antes de ayer.