La red de caminos verdes de España suma un total de 8.700 kilómetros. Esta Red de Caminos Naturales es toda una oportunidad para el senderista, el turista y el paseante pero también una oportunidad para el desarrollo rural. Antiguas vías de ferrocarril, canales, vías pecuarias, sendas o caminos públicos en desuso están a disposición de una población que demanda cada día más el contacto con la naturaleza.

Son infraestructuras que cumplieron en su día el papel vertebrador de territorios para el desarrollo económico, social y cultural, y que hoy recuperan el protagonismo en el medio rural primando el uso sostenible de los recursos naturales y el respeto por el medio ambiente. Además, estos caminos naturales se están consolidando como una fuente de conocimiento de la biodiversidad, al tiempo que están dando respuesta a una creciente demanda social de servicios turísticos alternativos.

Prácticamente dos terceras partes de los caminos verdes, lo conforman las llamadas vías verdes, antiguos trazados de tren que empezaron a recuperarse en 1993 y hoy, coordinadas por la Fundación de los ferrocarriles Españoles, son accesibles para personas con movilidad reducida.

Así el antiguo esplendor minero se puede encontrar en el camino natural del Guadiana, un recorrido que sigue los pasos del viejo tren minero que durante casi un siglo unió la Mina de las Herrerías con el Puerto de La Laja. Este trayecto permitió que lugares como Mina La Isabel hicieran de España el primer productor mundial de manganeso a finales del siglo XIX.

En este paisaje, donde no resultan raras rapaces como el ratonero o los milanos, se pueden observar franjas verdes de zarzas y carrizos que indican la presencia de pequeños arroyos sobre los cuales se han construido pequeños puentes.

Otro camino natural, el de la vía verde de La Jara, fue en su origen un proyecto de la época de Alfonso XIII, para comunicar el centro peninsular con Extremadura. Las obras, comenzaron durante la dictadura de Primo de Rivera, se paralizaron durante la Guerra Civil, y se retomaron posteriormente en los años 50 para abandonarse, finalmente, en 1962.

Hoy este camino se puede realizar fácilmente en bicicleta, a pie o a caballo y atraviesa seis viaductos y dieciocho túneles, en un recorrido jalonado por matorrales, encinas, y otras muchas especies de plantas aromáticas.

Como posibilidad de desarrollo rural que son, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha invertido alrededor de 200 millones de euros en estos caminos verdes. El Plan Director del Programa de Caminos Naturales, puesto en marcha hace dos décadas, ha servido para crear y consolidar una red de itinerarios naturales que garantice la recuperación de infraestructuras en desuso, fomente el desarrollo y permita a la población disfrutar de los servicios que aporta el medio rural.

Según datos del Ministerio, desde que comenzó el programa se han construido y puesto en servicio más de un centenar de itinerarios, cuya señalización y conservación conlleva en muchos casos la instalación de puntos de agua para las aves o la limpieza de matorrales y de hierba de sus márgenes para facilitar el tránsito, que a su vez contribuye a prevenir incendios forestales.