Llega 'Gran Hermano 15': un parto con epidural

  • Tras catorce entregas, el 'reality show' más longevo de la televisión española vuelve este jueves al 'prime time' de Telecinco.
  • Para garantizar un buen aterrizaje, 'Gran  Hermano' se ayudará de sorpresas y novedades, y promete corregir algunos de los desaciertos de ediciones anteriores.
  • Síguelo en directo en el blog 'El ojo de Gran Hermano'.
La presentadora Mercedes Milá posa 'desdoblada' para la campaña publicitaria de 'Gran Hermano 15'.
La presentadora Mercedes Milá posa 'desdoblada' para la campaña publicitaria de 'Gran Hermano 15'.
Telecinco
La presentadora Mercedes Milá posa 'desdoblada' para la campaña publicitaria de 'Gran Hermano 15'.

Este jueves Gran Hermano (GH) volverá a las pantallas españolas para celebrar su 15ª edición, un número de entregas superior al que el programa ha alcanzado en la mayoría de los 80 países en los que se ha emitido a lo largo de su historia. El desgaste natural por sus catorce años en antena ha afectado solo en parte a un formato que su presentadora, Mercedes Milá, describió una vez como un experimento sociológico, pero cuya trayectoria parece haber dejado sin argumentos a la propia Sociología. Y no solo porque, casi tres lustros después, el programa sigue entre los doce más vistos del año y con cuotas de pantalla por encima del 18%. Además, el fenómeno Gran Hermano trajo en 2000 la telerrealidad y, con ella, un nuevo modelo social y unos participantes que "se desnudaban en público, relatando ante una audiencia millonaria cosas que solo contarían a una pareja o a un confesor", señala Alejandro Navas, profesor de la Universidad de Navarra.

Son muchos los expertos, entre ellos la socióloga María Silvestre Cabrera, quienes señalan entre los principales atractivos del espacio el de "hacer creer al espectador que está frente a la vida misma". En resumen, lo cotidiano, aún hoy, despierta "curiosidad y morbo".  Una observación que justifica las buenas cifras recaudadas por el canal Gran Hermano 24 horas, el cual ha retransmitido sin interrupciones y sin retoques todo lo que ocurría en la casa de Guadalix de la Sierra donde se desarrolla el reality. "La intimidad ha perdido valor y compartirla ha pasado a ser visto como una manera de ser social y de ganar popularidad", concluye Silvestre.

Pero, ¿por qué el formato ha calado en España más que en otros países? Enrique Castello Mayo, profesor de Lenguaje Audiovisual en la Universidad de Santiago de Compostela, aventura una teoría: "España es un país muy opaco y las familias mantienen un concepto de privacidad muy arraigado. GH es una ventana contra esa opacidad". En definitiva, antes de GH, nos preguntábamos qué hacía el vecino. Después, pudimos ver en televisión cómo se comportaba gente similar a nosotros ante distintas situaciones. Y "conocer sus dramas, algo que siempre ha resultado sugestivo", añade Navas.

Gus Hernández, autor de El ojo de Gran Hermano, un conocido blog especializado en el reality, apela también al temperamento de los españoles para explicar el arraigo que el espacio tiene entre la audiencia nacional: "Somos más pasionales y cabezones que en otros países. La gente se enamora u odia los concursantes hasta niveles insospechados, los idolatra".

En cuanto a los aciertos que han propiciado que el formato siga vivo, el bloguero destaca cuatro puntos: la empatía del casting ("siempre hay algún participante con el que identificarse"), el dinamismo de la realización, su presentadora, Mercedes Milá ("una auténtica maestra de la comunicación") y el hecho de que el programa se haya convertido en tema de conversación. "No saber qué ha pasado una noche en GH es como no haber visto un Madrid Barça e ir al día siguiente a un bar", opina Hernández, que también reconoce fallos en distintas ediciones: "Hubo casting donde predominaba la gente superguapa y perfecta, y  ediciones donde sólo se buscaba que hubiera emparejamientos y en las que se quedaron fuera perfiles que engancharan a otros sectores de espectadores".

Unos concursantes más 'normales'

Otros seguidores han lamentado también la alteración de las reglas originales que propiciaban, por ejemplo, la repesca de expulsados. Errores todos ellos que los responsables de Gran Hermano se disponen ahora a subsanar. Así, Telecinco anunciaba hace unos días que este año habría solo una casa, que no  contemplaba incorporaciones de concursantes a deshora y que contaría con participantes "más normales": "Van a participar con compañía, que no significa que sea en pareja, y eso ha hecho que mucha gente que no se hubiera animado a participar sola, se haya presentado", explica Jaime Guerra, productor ejecutivo del reality.

Este reconoce que los cambios no solo afectan al propio programa: también ha variado el perfil de los aspirantes a ingresar en él. "Hubo un tiempo en el que el que pasaba por GH se hacía muy popular e incluso se quedaba trabajando de tertuliano y eso animó a presentarse a gente que buscaba la fama. Hoy eso se acabó y los candidatos vienen porque desean vivir la experiencia Gran Hermano", observa Guerra.

En cuanto a la supervivencia de un formato que comenzó a dar sus primeros pasos en el año 2000, el productor admite que esta no habría sido posible sin el "factor sorpresa" y la variedad, dos ingredientes imprescindibles para que los lanzamientos se produzcan sin dolor. Así, el equipo promete para su edición decimo quinta un sistema mucho más interactivo, nuevo logo, nuevo decorado y otras novedades que aún no se pueden desvelar.

Mercedes Milá, ¿insustituible?

No cambiará, sin embargo, su presentadora, Mercedes Milá, quien se ha hecho cargo de trece de las catorce ediciones de la versión española (la tercera fue presentada por Pepe Navarro) y a quien muchos atribuyen una parte del éxito de este formato tan amado por muchos como denostado por otros tantos.

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