Un presunto pederasta intentó este martes raptar a una niña de 11 años a las puertas de un colegio de Vallecas. El hombre se acercó al vehículo y preguntó a la menor si quería subir con ella: "Niña, ¿dónde vas? ¿Por qué no te subes conmigo? ¿Quieres ser mi amiga?", le dijo. La niña, alertada por el caso del pederasta de Ciudad Lineal, no hizo caso, pero una madre se percató de lo que ocurría y llamó a la Policía.

Los agentes consiguieron localizar al presunto pederasta y descartaron que fuera el mismo que actúa en Ciudad Lineal, al que se le atribuyen cuatro secuestros y un intento. De hecho, este presunto nuevo pederasta no cuenta con antecedentes, según fuentes internas del Cuerpo. Además, sus características físicas (entre 58 y 60 años de edad) no coinciden con la descripción aportada por las víctimas del de Ciudad Lineal.

La pasada semana, varios colegios de Madrid recibieron una nota con una serie de consejos para evitar al pederasta de Ciudad Lineal. Entre ellos, uno era no acercarse a desconocidos. La presencia policial en los centros también ha aumentado para conseguir dar con el agresor.

La Policía sigue buscando al pederasta de Ciudad Lineal, el cual destaca por actuar siempre en la misma zona y por su 'modus operandi': rapta a las menores durante unas horas, normalmente sedándolas, para luego liberarlas tras abusar de ellas. Pese a todo, existen divergencias sobre el retrato robot aportado por las menores y sobre el vehículo utilizado para perpetrar los secuestros. Todo esto ha llevado incluso a barajar la posibilidad de que sean dos pederastas.

Todas las víctimas tienen entre cuatro y nueve años de edad. El testimonio de las dos niñas que fueron sedadas no es muy fiable, puesto que apenas recuerdan lo sucedido debido al efecto de las drogas. Por su parte, el testimonio de la última niña secuestrada (y que no fue drogada) ha aturdido aún más a los agentes, puesto que su retrato robot no coincide con el de las otras dos testigos.

También resulta muy extraño que ninguna cámara de seguridad haya captado al pederasta o a su coche (la Policía llegó a cruzar las matrículas grabadas durante los días de los secuestros con su base de datos, sin que haya habido aún resultados), lo que hace sospechar que el agresor podría conocer la ubicación de los dispositivos.

Existen más casos de intentos de raptos y otro secuestro ocurrido en el mismo distrito en abril de 2013, pero la Policía asegura que solo investiga "tres casos", ya que está por demostrar que el resto hayan sido realizados por la misma persona.