La crisis ha provocado un cambio de roles en la sociedad andaluza, de manera que muchos hombres se han visto abocados a asumir las tareas del hogar, convirtiéndose esta en su única actividad. Mientras, muchas mujeres han salido a la calle para buscar un empleo y convertirse, sobre el papel, en ciudadanas activas. "En realidad, doblemente activas, ya que ellas trabajan fuera y también dentro de casa", puntualiza Teresa García, secretaria de Empleo de CC OO en Sevilla.

Durante el segundo trimestre de 2008, había en la comunidad 53.300 hombres inactivos que se dedicaban en exclusiva a las labores del hogar, por los 73.900 del mismo periodo de 2014, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, la cifra ha aumentado un 38,6% en seis años (el crecimiento a nivel  nacional ha sido del 51,7%).

En el caso de las andaluzas se ha producido el efecto contrario. Al comienzo de la crisis había 882.700 mujeres que solo se dedicaban a las tareas domésticas; este año son 674.300, lo que supone un 23,6% menos (la caída en el resto del país ha sido del 65%).

Este cambio de tendencia se debe en parte, según el sindicato CC OO de Sevilla, a la debacle de la construcción. "Ha sido el sector más machacado por la crisis y estaba ocupado, casi al 100%, por hombres", explica Teresa García. "Muchos de ellos no tenían apenas formación y ganaban unos 2.000 euros al mes, por lo que al quedarse en paro no han querido aceptar otro tipo de trabajos peor remunerados", continúa.

Las mujeres, en cambio, "han salido de su inactividad para ocupar esos empleos, muy precarios en su mayoría, como los relacionados con la Dependencia". Hoy en día, "en gran parte de los hogares andaluces solo trabaja la mujer", concluye García.

Melilla, La Rioja, Ceuta y Cantabria son las comunidades con menor número de hombres que solo se dedican a las labores domésticas, con 400, 2.000, 3.200 y 4.300, respectivamente.

La comunidad cuenta con un total de 2.833.000 personas inactivas, es decir, aquellos mayores de 16 años que no se consideran ni parados ni ocupados.

Más de un tercio de ellos (32,5) son jubilados; el 26,4% se dedican a las tareas domésticas; el 17,5% son estudiantes; el 11,3% perciben una pensión diferente a la de la jubilación; y el 9,8% han obtenido la incapacidad permanente. El resto (2,4%) se enmarcan en otras categorías distintas, como son los que viven de alquilar propiedades.