Prohibido aburrirse: turismo rural de lo más animado

  • En El Molino de Tresgrandas nos metemos de lleno en la piel de un detective.
  • La Casa de los Horrores propone noches de infarto, de sustos y risas.
  • Mas Rabiol propone montar en globo para surcar el cielo gerundense.
  • En El Capriolo se puede montar en burro, recolectar lechugas, hacer compost, conocer una ganadería de vacas o incluso ver un zorro en libertad.
Entrada a un establecimiento de turismo rural.
Entrada a un establecimiento de turismo rural.
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Entrada a un establecimiento de turismo rural.

Cada vez son más los establecimientos de turismo rural que ofrecen a sus huéspedes algo más que naturaleza y una estancia acogedora. Las experiencias son ahora el valor añadido de muchas de estas casas u hoteles rurales. Estos son sólo unos cuantos ejemplos de lo que ofrecen las casas rurales de España a los más inquietos.

Para detectives

En El Molino de Tresgrandas (Asturias) proponen que nos metamos de lleno en la piel de un detective. Durante todo el fin de semana deberemos ir encajando las piezas del puzle que nos ayudarán a resolver un misterioso asesinato. Una gran aventura detectivesca en un entorno natural de excepción.

Para gritar del susto

En La Casa de los Horrores (Aranjuez) las noches son de infarto. La luz de una chimenea y unas velas iluminan una velada repleta de sustos y también de risas. Cena tematizada, karaoke, disfraces y barra libre acompañan a las noches terroríficas de este alojamiento.

Para amantes de las alturas

Mas Rabiol (Girona), en la comarca del Baix Empordà, propone montar en globo. Desde  esta masía del siglo XVI reconvertida en hotel rural, con 50.000 metros cuadrados de jardín y piscina, podemos surcar el cielo gerundense y especialmente de las islas Medes, uno de los tesoros de la zona.

Para chefs en potencia

Pou de la Neu (Alacant) propone a los huéspedes dos cursos de cocina, uno dedicado a los platos saludables y otro centrado en exclusiva en los arroces. Ambas propuestas incluyen una visita a la microviña y el jardín etnobotánico de la casa.

Para olvidar la ciudad

La oferta de El Capriolo (Madrid) es diversa pero con un nexo común, olvidarse de la vida de la ciudad. El urbanita puede montar en burro, recolectar lechugas, hacer compost, conocer una ganadería de vacas charolesas o incluso ver un zorro en libertad. Este establecimiento nos permite estar en contacto con la naturaleza y disfrutarla.

Para conocer las tradiciones

En Goikola (Gipuzkoa), un bonito caserón del siglo XIV, tendremos la oportunidad de visitar su quesería, donde se elabora de forma artesanal queso de oveja con Denominación de Origen Idiazabal, conocer su taller textil para ver cómo trabajan las lanas de las ovejas y demostrar nuestra destreza con el telar.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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