Cañizares, agradecido por "el inmerecido regalo" de "volver a casa" para "servir a la fe y caridad"

Se compromete a ponerse a trabajar "con todos" para "ayudar a sacar adelante" a España y la Comunitat

El nuevo arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha remitido este jueves desde Roma una carta a la Archidiócesis que desde hoy dirige, en la se muestra agradecido por "el inmerecido regalo" de "volver a casa" donde su "constante y empeñado servicio" será "el servicio de la fe, inseparable del servicio de la caridad para con todos, con predilección por los pobres". "Así contribuiré a alentar la esperanza, de la que, a veces, andamos tan necesitados y escasos", destaca.

En la misiva, destaca que el Santo Padre, Papa Francisco, "en su gran benignidad" le ha nombrado Arzobispo de su "queridísima diócesis de Valencia a la que he querido, quiero y querré con toda mi alma, a la que estoy y estaré eternamente agradecido". "No vengo a una tierra desconocida: ¡es mi tierra, Valencia!; conozco sus pueblos, ciudades, aldeas, y comarcas, conozco a sus gentes, para mí tan cercanas y entrañables, conozco sus costumbres, su historia, su cultura, con las que me identifico y que me identifican; me es familiar su dulce y propia lengua valenciana aunque por ahora no la hable, pero que espero me enseñéis vosotros a hablarla bien y pronto".

Cañizares señala que no lleva en la cartera "ningún proyecto preconcebido y prefabricado; sólo estar atento a Dios y sus signos y cumplir lo que Él diga" con "dos predilecciones: una predilección, muy primera, la de los pobres, los que sufren, los que se encuentran solos,y ; la otra gran predilección, inseparable de la primera, serán mis queridísimos y admirados sacerdotes, amigos de Jesús y mis amigos, ante los que quiero estar, como el Señor en su Última Cena, a sus pies y sirviendo y compartiendo".

En ese sentido, ha señalado que vuelve a España, "insertado y enraizado en Valencia, con un gran desafío que no puedo omitir y apremia: la unidad". Así, explica que busca la unidad en la Iglesia para "evangelizar y recobrar el vigor de una fe vivida", en "un proyecto común en que todos quepamos, todos aportemos y todos recibamos sin excluir a nadie, con mano siempre tendida a todos". "Es un desafío para España y también de la Iglesia que en ella peregrina", apunta.

Preocupación por españa

El nuevo Arzobispado incide en que "vuelvo a Valencia y a España con una gran preocupación: España misma". "Quiero a Valencia, como quiero, por eso mismo, a España y me duele, como a tantos, España", ha señalado. Por ello, ha insistido en que moverá su actuación "ofrecer el Evangelio destinado a todos".

Por ello, ofrece su colaboración "con cuantos tienen o ejercen responsabilidades y funciones sociales y políticas al servicio de la cosa pública, del bien común en Valencia y en España, que se enfrentan ahora a tan importantes y decisivos problemas, afectadas ambas todavía por una severa crisis económica, a la que subyace una profunda crisis moral y humana, que urge superar". Así, se ha compormetido a ponerse a trabajar "con todos" para "ayudar a sacar a España, y a nuestra Región Valenciana adelante, para colaborar y servir, sin poder humano alguno, sino sólo con la fuerza del Evangelio, Jesucristo".

Cañizares, en su escrito, muestra su deseo de que estas palabras de saludo llegasen a todos los pueblos y comunidades de la diócesis de Valencia, en particular a su pueblo natal, Utiel, a su pueblo de adopción, Sinarcas, al pueblo de donde procede y que "generosamente tanto se sacrificó por el bien común de Valencia, hasta desaparecer, Benagéber", y a la ciudad de Alcoy, donde se encuentra la primera y única parroquia -Santa María- que servio en la diócesis tras su ordenación sacerdotal.

Ayuda de la mare de déu

Además, de alcanzar a "todos los hogares valencianos, singularmente los visitados por los sufrimientos de cualquier tipo y para ello invoca la ayuda de la Mare de Déu dels Desamparats. "Y esto me hace ir sin miedo, volver sin temor a España y a la diócesis de Valencia que quiero, querré y serviré con toda mi alma", ha destacado.

Cañizares, "con amor de hermano, con cercanía de amigo, y con admirada veneración" saluda muy especialmente a su "querido" predecesor y "gran amigo", monseñor Carlos Osoro, a quien agradece sus años de vida "dedicados enteramente a nosotros" y le pide a Dios que le ayude en su nuevo ministerio.

En el texto, saluda y ofrece su colaboración a las autoridades civiles, militares, judiciales y universitarias de la Comunitat Valenciana para "no bajar la guardia en el común esfuerzo al servicio de la sociedad, de una humanidad verdaderamente nueva y renovada", a sus "hermanos y amigos sacerdotes del presbiterio de Valencia, del clero secular y regular", así como a los religiosos, catequistas y profesores de Religión, y a cuantos trabajan en las acciones caritativas y sociales de la Iglesia y a la Facultad de Teología de Teología "San Vicente Ferrer y Universidad Católica Universidad "Cardenal Herrera" -C.E.U.- y resto de centros católicos.

Además, saluda a todos los fieles cristianos laicos de esta Archidiócesis de Valencia, familias, ancianos y niños, adultos y jóvenes y a los medios de comunicación social, así como un saludo "expreso" a los jóvenes para estar a su lado en estos "tiempos difíciles".

Moseñor tiende su mano a "todos los valencianos y a cuantos viven en nuestra diócesis, como los emigrantes, de cualquier condición, creyentes y no creyentes en saludo de amistad" y les abre su corazón. "A todos vosotros os ruego humildemente que pidáis por nuestra amadísima diócesis de Valencia y por España, que me encomendéis también a mí y mi ministerio, que el Señor me conceda discernimiento y sabiduría para "saber lo que es grato a sus ojos" y llevarlo a cabo, que no busque otra cosa que la gloria de Dios y el bien de todos. Yo os encomiendo de manera muy particular, e intensamente pido a Dios por todos vosotros", concluye.

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