La anorexia y la bulimia son enfermedades de difícil solución y con una incidencia creciente en la región. Así se deduce de los últimos datos en manos del servicio de epidemiología de la Comunidad, que estima que en Madrid hay 5.000 jóvenes de entre 14 y 18 años, la horquilla de edad más afectada, que sufren alguno de estos dos trastornos de la alimentación.

Más preocupante si cabe es que sólo mil de estas enfermas está en tratamiento. Hay 4.000 chicas que no saben, o que no quieren saber, que padecen anorexia o bulimia.

"Son tratamientos largos y costosos, y cuanto más se tarda en empezar, más riesgo de que el problema se convierta en crónico", advertía ayer Francisco Marqués, subdirector de Epidemiología de la Consejería de Sanidad, durante la celebración de una jornada sobre prevención de la anorexia y la bulimia en la región.

Sólo los casos extremos terminan en hospitalización. En 2005, último año con cifras conocidas, los hospitales madrileños ingresaron a 234 enfermos con diagnóstico de anorexia o bulimia. De ellos, sólo 18 fueron hombres.

Estas patologías presentan una estancia media en el hospital mayor que el doble de las provocadas por otros diagnósticos, y llevan asociados un frecuente número de reingresos.

Más autoestima

La recuperación de la autoestima de las chicas afectadas es, según Inmaculada Palanca, de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental, un factor fundamental para lograr la curación. Como ejemplo de la importancia de este elemento queda el dato de que el 50% de las madrileñas con un peso normal se ve con sobrepeso.

El 15% está en situación de riesgo

El 15% de las chicas está en riesgo de caer en algún trastorno de la alimentación, según una encuesta realizada a 1.500 alumnas de la región de entre 15 y 18 años. Un 3,3% podría caer por hacer dieta, otro 7,5% por provocarse vómitos o abusar de laxantes y diuréticos, y un 4,5% por reunir ambos factores. Sin que suponga riesgo, Gandarillas destaca que en los últimos 12 meses el 34% ha hecho dieta, el 12,2% ha ayunado durante 24 horas y el 9% se ha provocado vómitos.

Sintomas

¿Cómo localizar un trastorno alimenticio en un hijo? Hay signos que pueden hacer saltar las alarmas: pérdida de peso inexplicable, menstruación irregular, desaparición después de comer o ropa muy holgada.

Farmacias

Más de 200 farmacias de la Comunidad informarán a los ciudadanos sobre la verdadera utilidad de productos adelgazantes que, pese a tener el visto bueno para comercializarse, se publicitan de forma engañosa.

En el colegio

Para prevenir, los profesores pueden actuar sobre los padres, recordándoles la necesidad de que los chavales adquieran hábitos sanos: desayunar, comer algo a media mañana, descansar bien, etc.