¿Un nuevo eccehomo en Lugo?

  • Los autores de polémica restauración de un retablo de la iglesia de San Xoán de Alto (Lugo) niegan la similitud con el caso del eccehomo.
  • El Obispado se remite a un comunicado difundido esta semana en el que reitera que esta actuación carece de autorización por parte de la Diócesis.
  • "No había ninguna fotografía y no se distinguían los colores; hay otra iglesia con un retablo que tiene más o menos los mismos colores", defienden.

Uno de los autores de una polémica restauración no autorizada de un retablo de la iglesia de San Xoán de Alto (Lugo) ha descartado este miércoles cualquier similitud con el caso de Cecilia Giménez, la mujer que protagonizó la controvertida restauración de un eccehomo en Borja (Zaragoza) en 2012.

José Rozas ha explicado que recuperó el retablo hace nueve años con la "voluntad" y "buena fe" de arreglarlo y que vio en estos trabajos una forma de terapia para afrontar sus tres enfermedades: síndrome de Reiter, esclerosis múltiple y epilepsia. Hace un año pidió ayuda a un familiar, José Manuel Teijeiro, que acudió al Obispado para solicitar información sobre el retablo y fotografías antiguas con el fin de hacer una restauración lo más fiel posible al diseño original.

"El retablo estaba en tan mal estado, con la piezas podridas y sin color, que decidí buscar información y asesorarme y hacer una reconstrucción volumétrica en madera de castaño", ha explicado. Asimismo, llevó a cabo trabajos de limpieza de insectos "en un proceso lógico y coherente para sanear la madera".

En cuanto a la policromía, "no había ninguna fotografía y no se distinguían los colores, traté de sacar alguna muestra de alguna zona de la madera, y además a tres kilómetros hay otra iglesia con un retablo de las mismas características y tiene más o menos los mismos colores", ha asegurado.

Por ello, considera que "no es tan grave" lo ocurrido y mantiene que "es un trabajo muy bien hecho", sobre todo si se tiene en cuenta que los dos familiares desarrollaron la restauración con un presupuesto de "600 euros".

Un retablo abandonado durante 20 años

Por su parte José Manuel Teijeiro, primo de Rozas y el otro implicado en la restauración, ha asegurado que "a la Iglesia le viene grande que salga a la luz que estuvo abandonado y que dos personas se preocupasen de él sin ninguna contraprestación económica".

Así se defiende Teijeiro de la polémica desatada tras la presentación de un retablo restaurado por él y por su primo que estuvo abandonado más de veinte años en la finca de un vecino de la parroquia. Teijeiro reconoce que habló por teléfono hace un año con el responsable de Patrimonio del Obispado, César Carnero, y que le dijo que "era ilegal", a lo que él respondió "que el proceso estaba empezado".

Tras la presentación del retablo restaurado volvió a ponerse en contacto con Carnero, quien le dijo que "le resultaban chirriantes los colores", si bien, según su versión, reconoció que "la reconstrucción volumétrica le parecía correcta". Rozas y Teijeiro insisten en que hicieron un trabajo con "buena voluntad" y de forma gratuita, con la inversión incluso de dinero, porque "el retablo estaba abandonado y podrido", para colaborar con la parroquia.

El Obispado se remite a un comunicado difundido esta semana en el que reitera que esta actuación carece de autorización por parte de la Diócesis y recuerda que las intervenciones sobre el Patrimonio Histórico Artístico "tienen que estar autorizadas y ejecutadas por personal debidamente cualificado".

"La intervención realizada en la Iglesia Parroquial de San Xoán del Alto bajo ninguna justificación puede ser considerada como una restauración", indica el Obispado, que insiste en que no se puede actuar sobre el patrimonio "sin seguir los protocolos y buena praxis profesional".

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