El 6,48% de las muestras tomadas en controles sanitarios en Galicia dio como resultado aguas "no aptas para consumo"

Sanidade llevó a cabo en 2013 un total de 289 inspecciones y casi 1.600 controles de las aguas de uso humano
Angel Gómez Amorín, subdirector xeral de control de riscos medio ambientais
Angel Gómez Amorín, subdirector xeral de control de riscos medio ambientais
EUROPA PRESS
Angel Gómez Amorín, subdirector xeral de control de riscos medio ambientais

El 6,48 por ciento de las muestras analizadas en 2013 en el marco de los controles e inspecciones realizadas por la Consellería de Sanidade en aguas de consumo humano obtuvo un resultado "no apto" para su ingesta, una cifra "similar" a la del año anterior. En total, se realizaron 289 inspecciones sanitarias y 1.572 controles analíticos, una cifra que supone un aumento respecto a 2012, cuando se habían llevado a cabo 1.504.

Al respecto, el subdirector xeral de Programas de Control de Riscos Medio Ambientais para a Saúde, Ángel Gómez Amorín, ha mostrado la preocupación de la Consellería de Sanidade por "los recientes vertidos" que tuvieron lugar en Galicia en último mes. En concreto, se detectó sosa cáustica en el río Tea —en Mondariz— y purín en el río Negro —en Muxía—.

No obstante, en rueda de prensa este lunes, ha subrayado que Galicia "mantiene una alta calidad" de las aguas de consumo humano y ha apuntado que se ha llevado a cabo un "desarrollo satisfactorio del programa de vigilancia sanitaria" de la Dirección Xeral de Innovación e Xestión da Saúde Pública.

De esta manera, Amorín ha manifestado que el objetivo de cara a los próximos años es "seguir realizando actuaciones para mejorar la calidad de los abastecimientos y del agua de consumo humano, así como de las infraestructuras".

"identificar y valorar factores de riesgo"

El sistema de vigilancia que se establece dentro de este programa está orientado a "identificar y valorar" los factores que puedan presentar riesgos para la salud en las aguas de consumo humano con el fin de "gestionarlos y disminuir el riesgo de enfermedades" asociadas al consumo de agua.

De esta manera, ha descrito que, para la implantación de este sistema de vigilancia, se realiza la "clasificación de los abastecimientos por prioridades" con el objetivo de dar primacía a las actuaciones, "optimizando su efectividad y garantizando la eficiencia".

En esta línea, ha señalado que los aprovisionamientos se califican en prioridad alta, media o baja en función de diversos factores como "la población abastecida, la calidad del agua y los posibles peligros diagnosticados asociados a un suministro", entre otros.

Al respecto, Amorín ha indicado que, "teniendo en cuenta las prioridades establecidas en el programa de vigilancia", el 49 por ciento del total se corresponde con abastecimientos de prioridad baja, el 42 por ciento con abastecimientos de prioridad media y el 9 por ciento con abastecimientos de prioridad alta.

Asimismo, ha apuntado que, respecto a 2012, el porcentaje de abastecimiento con prioridad media y baja ha aumentado, mientras que han disminuido los abastecimientos de prioridad alta.

Doble vía de actuaciones

Por otra parte, Ángel Gómez Amorín ha aclarado que las actuaciones dentro del programa se llevan a cabo en "una doble vía", por una parte la "inspección sanitaria" de los suministros, que incluye una inspección documental y estructural junto con la recogida de muestras de agua; y por otra, la "vigilancia de la calidad del agua" en las redes de distribución de los abastecimientos, en la que se determina el cloro libre residual y se realizan analíticas de muestras de agua.

Cuando se produce un incumplimiento, la jefatura territorial de la Xunta debe comunicarlo al ayuntamiento o al gestor de la infracción para que éste adopte "las medidas correctoras precisas y confirme la violación", tal y como ha indicado Amorín.

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