La Delegación del Gobierno en Melilla ha salido al paso de las diversas críticas contra el proceder de la Guardia Civil en su labor de defensa de la frontera de Melilla y a su vez, frontera exterior de la Unión Europea, entre ellas de Amnistía Internacional, Human Right y Prodein, subrayando "el comportamiento ejemplar y humanitario que distingue a los agentes del mismo cuerpo" tras ser acusados de devoluciones irregulares de inmigrantes e incluso de alguna agresión.

A través de un comunicado de prensa, la institución que preside Abdelmalik ha querido "expresar, una vez más, su absoluto apoyo a los agentes que, por imperativo legal, cumplen con dicho cometido".

La Delegación ha destacado que el comportamiento ejemplar y humanitario de los guardias civiles en la frontera de Melilla "se ha puesto de manifiesto en miles de ocasiones, dada la cantidad de sucesos que vienen aconteciendo desde que, en junio de 2012, comenzaran a reproducirse de continuo los asaltos masivos a la valla fronteriza con Marruecos".

Asimismo, ha puesto el énfasis en la inconveniencia de juzgar a la Guardia Civil por unas "imágenes parciales" grabadas por ONG como Prodein, que "buscan la controversia" y que "no pueden anular" las muchas y claras instantáneas "en las que, indubitadamente, se pone de manifiesto la humanidad y cuidado" con la que los agentes del mismo cuerpo cumplen con la obligación legal de defender la frontera sur de Europa.

De entre los muchos ejemplos que podría citar, la Delegación destaca al guardia civil que salvó la vida a una embarazada y a su hija de corta edad cuando cayeron de una patera y que hizo merecedor al Cabo de los GEAS Javier González Ferrón la Medalla de Oro de Melilla.

A su juicio, "no es tolerable que se criminalice a los inmigrantes, porque, llevados por la desesperación, algunos de ellos opten por enfrentarse o agredan incluso a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado". "Pero, del mismo modo, tampoco es admisible —ha proseguido— que se intente criminalizar a la Guardia Civil, tachándola abiertamente y desde la distancia de un proceder inhumano y, por tanto, ilegal".

"crítica fácil"

La Delegación del Gobierno ha insistido en la necesidad de lograr una mayor implicación de la Unión Europea en la gestión de la presión migratoria sobre su frontera sur; en la conveniencia de adoptar una serie de medidas combinadas que permitan reconvertir la inmigración ilegal en un flujo migratorio ordenado y seguro para los propios inmigrantes; en la necesidad, en suma, de construir una política europea de inmigración, común para todos los países miembros de la UE, con el fin de poner freno a un fenómeno tan alarmante como es el de los asaltos masivos a las vallas fronterizas de Melilla o Ceuta.

Por ello, ha aseverado que en incontables ocasiones ha incidido también en que "ni debemos ni podemos resignarnos a este modelo de inmigración, basado en saltos masivos y a la desesperada a la frontera sur de España".

La institución gubernamental ha indicado que de ahí que le alarme "la facilidad con la que se critica sin ofrecer alternativas realistas que permitan reconducir un modelo que, como el actual, sólo sirve al negocio de las mafias que trafican con seres humanos y que aboca a los inmigrantes a situaciones de serio peligro para sus propias vidas".

MELILLA,

Un modelo

Por ello, apunta que creen que Melilla "es, por muchas razones, modelo en la gestión de una presión migratoria tan dramática como la que sufre la ciudad —ahí tenemos un CETI que así está catalogado por la propia UE—, pero también que no es justo descargar en la ciudad, ni en las fuerzas de seguridad destinadas a defender la frontera sur de Europa, el peso de un problema que sin duda trasciende de la propia Melilla y afecta a toda la Unión Europea".

La entidad que preside Abdelmalik El Barkani ha manifestado que "asistimos a un drama humano desgarrador" que exige de mayor implicación por parte de todas las instituciones europeas "y también" de aquellas organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes irregulares.

Por todo ello, cree que "se hace un flaco favor a los inmigrantes" cuando se defienden modelos de inmigración que, como los asaltos masivos a la valla de Melilla, "sólo favorecen la explotación de seres humanos y, en ningún caso, los derechos de esos mismos inmigrantes".