La Unión de Asociaciones de Vecinos de Lugo (Unave) se opone a la construcción de lo que califican como el "monstruo" de una gasolinera a menos de cien metros del Miño, a su paso por la ciudad, y anuncian movilizaciones.

"Si hay que salir a la calle, salimos. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que no se consume semejante cosa", amenaza el presidente de Unave, Valentín Arias.

Hace varias semanas, el Ayuntamiento lucense anunciaba la aprobación de la licencia de construcción de la estación de servicio en el aparcamiento del centro comercial que se asienta en la zona. El gobierno local disculpó que no pueda hacer nada al tener la autorización de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

El dirigente vecinal asegura que esto "va en contra de la lógica, porque no se da el visto bueno para que se haga allí una playa fluvial, en base a que es una zona a proteger, pero sin embargo, no hay problema ninguno para que se monte a 73 metros una gasolinera que contamina más que una playa fluvial".

"Vamos a ver hasta qué punto se puede hacer algo para que no se construya semejante monstruo ahí", advierte y avanza que los vecinos están dispuestos a "salir a la calle".

Paralizar la licencia de actividad

Arias considera que, pese a que cuenta con licencia de construcción, se podría paralizar a la hora de conceder la licencia de actividad. "Por ahí podrían ir los tiros", avisa.

Invita a que "todo el pueblo de Lugo" exprese su rechazo a la estación de servicio y argumenta que cerca de la misma, aunque más alejada del río, ya existe otra.

Finalmente, reclamó también al Ayuntamiento lucense que "ponga todos los medios" para solucionar los problemas de la traída de agua en la Avenida de Fontiñas, donde este domingo se producía una avería que dejó sin el servicio de agua a varias viviendas.