El último inmigrante que permanecía encaramado sobre la valla de Melilla ha bajado finalmente, tras dieciséis horas a seis metros de altura. Su descenso se ha producido en torno a las nueve de la noche.

Según ha confirmado la Delegación del Gobierno en un comunicado, este subsahariano formaba parte de un grupo de 70 personas, que junto a otras 500, habían protagonizado un intento masivo de entrada a Melilla sobre las 4:45 horas, por una zona del perímetro conocida como Villa Pilar.

A diferencia de lo que ocurrió el martes, donde a los 50 que permanecieron siete horas en lo alto de la valla se les permitió el acceso a Melilla, hoy Marruecos se ha ido haciendo cargo de los más de 70 encaramados conforme iban bajando de la valla, que vieron frustado su intento de entrada.

Según la Delegación, la colaboración de las fuerzas marroquíes y el despliegue realizado por la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla han evitado que esta tentativa se consumara, así como una segunda, protagonizada por una treintena de inmigrantes y registrada por Beni Enzar hora y media después.

No obstante, este segundo intento, provocó el cierre por cuestiones de seguridad durante algo más de diez minutos del principal puesto fronterizo que existe entre Melilla y Marruecos. La Delegación del Gobierno asegura que ningún inmigrante ha conseguido acceder a Melilla, si bien reconoce que cuatro subsaharianos han sido trasladados al Hospital Comarcal de la ciudad, al presentar traumatismos "no graves", que corresponden simplemente a "razones humanitarias".

Melilla registró este martes tres intentos de entrada, protagonizados por unos 750 subsaharianos, de los que alrededor de 80 consiguieron finalmente acceder a la ciudad.