"El presidente sopesó cuidadosamente este asunto en 2001 y continúa pensando que el límite moral que estableció en agosto de ese año es donde el país debe permanecer", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
Bush "comprende que haya gente que piense distinto, pero él cree que los dólares de los contribuyentes, millones de los cuales defienden el derecho a la vida, no deben utilizarse para destruir a los embriones", enfatizó.
En juego, el dinero federal
El 9 de agosto de 2001, Bush emitió una orden ejecutiva que prohíbe la financiación federal de investigaciones con células madre extraídas después de esa fecha, lo que, a efectos prácticos, limitó a 22 el número de líneas de células madre embrionarias.
En Estados Unidos no hay restricciones para las investigaciones con estas células si los fondos provienen de fuentes privadas o de gobiernos estatales, como es el caso de California.
El enfrentamiento se debe a que estarían en juego miles de millones de dólares en fondos del Gobierno federal.
Las llamadas células madre tienen el potencial de desarrollarse como componentes de todo tipo de tejidos en el cuerpo.
Al igual que en 2006, el debate en el Senado sobre su financiación ha vuelto a levantar pasiones en ambos lados de la polémica.
Quienes apoyan estas investigaciones apuntan al potencial que ofrecen para desarrollar la curación de enfermedades como la diabetes, el cáncer, el mal de Parkinson y otros males degenerativos.
Pero sus detractores esgrimen argumentos relacionados con la ética y la moral, al considerar que no se debe experimentar con embriones humanos ni destruirlos.
Se votarán dos proyectos de ley a finales de semana
La Cámara Alta tiene previsto llevar a votación, a finales de esta semana, dos proyectos de ley relacionados con la financiación de este tipo de investigaciones.
Uno de los proyectos es casi idéntico al que vetó Bush el año pasado y que hubiese ampliado la financiación federal de estas investigaciones científicas.
El otro proyecto de ley apoya el uso de embriones no viables que ya fueron descartados en tratamientos de fertilidad.
También estipula la creación de un depósito de células madre extraídas del fluido amniótico, que se perfila como una fuente potencial de estas células.
Bush, "poco razonable"
En el pleno del Senado, el demócrata Edward Kennedy criticó las restricciones "poco razonables" que impuso Bush a estas investigaciones y que, a su juicio, privan a millones de pacientes "de la posibilidad de una cura" o tratamiento para muchos problemas de salud.
El veto de Bush el año pasado sólo perjudica a miles de pacientes, y un voto a favor de los dos proyectos es "un voto a favor de la esperanza, el progreso y la vida", dijo Kennedy.
Tom Harkin, patrocinador de una de las medidas, es otro demócrata que, pese a la nueva amenaza de un veto presidencial, aseguró que votará a favor de ambos proyectos.
Pero el senador republicano Sam Brownback, que el año pasado propuso una medida para prohibir las investigaciones con células madre, reiteró hoy su oposición.
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