El Ayuntamiento de Málaga ha iniciado este lunes las obras para la adecuación como equipamiento cultural del Cubo del puerto, que albergará a partir de 2015 una delegación del Centro Pompidou de Francia.

Así, contempla la adaptación de la edificación existente, conocida como Cubo, previéndose como uso principal la dotación de salas expositivas para colección permanente y también de carácter temporal. El programa incluye, además, otros usos complementarios como sala de usos múltiples, educativas y de talleres, cafetería y tienda, así como zonas de uso restringido de conservación y restauración de las obras, entre otras.

Este proyecto fue adjudicado a la UTE Dragados SA-Naxfor SL el pasado 22 de julio por un importe de 3.835.199,99 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de cinco meses, han recordado desde el Ayuntamiento en un comunicado.

La citada adjudicación supuso un 24 por ciento de baja con respecto al presupuesto de licitación, y tal y como venía recogido en el pliego, parte de dicha baja será destinada por parte del Consistorio a la museografía.

Se trata de unos espacios con una superficie construida superior a los 6.300 metros cuadrados de techo y con una situación "privilegiada" bajo la plaza con acceso desde el Paseo de los Curas y del Paseo de la Farola, caracterizada por el cubo de vidrio que la domina. Se desarrolla en dos niveles: planta baja e inferior.

Constructivamente se trata de una estructura de pilares y losas de hormigón armado, formando una retícula de luz ocho por ocho metros. Bajo las plantas que conforman el proyecto, se encuentran dos niveles de sótano de aparcamiento.

El proyecto, han destacado, plantea "un espacio versátil que invita al ciudadano al acceso libre a todos los espacios de relación, actividades e información a los visitantes: vestíbulo, información, cafetería, tienda, talleres, salón de actos, etcétera; y permite el acceso controlado a los espacios expositivos. A este respecto, el diseño huye de protagonismos e intenta generar espacios neutros al servicio de la contemplación de las obras de arte que en ellos se integren.

A nivel de instalaciones, pilar básico de esta actuación, se han diseñado bajo parámetros de eficiencia energética, tratando igualmente de que no se perciban como protagonistas de los espacios. Los estándares utilizados en climatización, iluminación, seguridad, contraincendios, coordinación entre sistemas, etcétera, responden a los más altos niveles en este tipo de equipamientos.

En este sentido, con independencia de las colecciones a exponer, el equipamiento "huye de los conceptos tradicionales de museo para enmarcarse en los nuevos principios museológicos que centran su interés hacia la comunidad, público, usuario, etcétera".

De esta manera, se plantea una instalación "viva y participativa", en la que los talleres, actividades formativas y de difusión generen un fuerte sentido de comunidad creativa. Este equipamiento reafirma, entre sus misiones y prioridades, constituir una plataforma de intercambios entre la sociedad y la creación contemporánea.