Desde mediados de febrero, cada médico de los centros de salud ve una media de diez a doce casos diarios de pacientes que acuden con síntomas de cansancio. Explican que se sienten agotados y sin ganas de hacer nada y muchas veces desconocen que padecen este síndrome, cuyas consecuencias no se consideran graves.

En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en un máximo de dos o tres semanas. Si persisten y se agudizan con depresión, los expertos aconsejan acudir al médico y no dejarlo pasar. La astenia conlleva hastío, tristeza y fatiga y puede afectar a todas las personas, aunque en mayor medida a las mujeres y a los jóvenes, según explican los médicos consultados.

Las alteraciones bruscas de la climatología son una de las principales causas de estos molestos síntomas. De ahí que la primavera, con sol y lluvias intermitentes, sea una de las épocas del año en las que se disparan las consultas médicas de pacientes tristes y fatigados.

Para combatir los síntomas, los médicos y psicólogos recomiendan llevar una vida sana, hacer deporte y alimentarse bien, mantenerse ocupado y, sobre todo, intentar ver el lado positivo de las cosas.

También se da en otoño

Una de las principales causas de la astenia reside en los cambios de tiempo. El cuerpo humano es muy sensible a ellos y suele reflejarlo con síntomas variados. En el caso de la primavera, y también del otoño, estas variaciones son más radicales y generan una afección mayor. «Provoca, no sólo cambios psicológicos, sino también puramente orgánicos debido a que el cuerpo se tiene que  adaptar a esta variabilidad», explican los médicos consultados. Sólo en algunos casos esta tristeza puede derivar en depresiones, normalmente en personas predispuestas a ello.