La diputada del PP en la Asamblea de Madrid Teresa Gómez-Limón, víctima del accidente de tren de Angrois, ocurrido hace casi un año en Santiago de Compostela, ha relatado este martes que el presidente madrileño, Ignacio González, ni la saluda ni le ha preguntado cómo está, y ha adelantado que su intención es dejar la política cuando acabe la legislatura.

En una entrevista en La Sexta recogida por Europa Press, ha relatado que ha recibido quejas de miembros del PP por criticar la atención a las víctimas del accidente —que dejó 79 muertos y más de 140 heridos—, entre ellos del secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá.

Entre sus compañeros de filas en la Asamblea, ha relatado que hay quienes son atentos con ella y quienes no le dirigen la palabra, entre ellos el presidente madrileño, Ignacio González.

De hecho, se ha preguntado si se mueve "entre alienígenas" y ha citado al experto en psicopatía Robert Hare, que dice que "muchos políticos y presidentes de grandes corporaciones tienen perfiles psicopáticos", que no quiere decir "cortar a la gente en trocitos", sino "no tener empatía", capacidad de conectar con las emociones de la gente.

Gómez-Limón ha añadido que no quiere estar en política y que si no se ha marchado ya es porque no ha "hecho nada malo", como otros que "tienen cuentas en Suiza" y que por eso han tenido que irse. Y ha dejado claro que no quiere nada ni con el PP ni con el PSOE, que han frenado en el Congreso una comisión de investigación que depure responsabilidades políticas sobre el accidente ferroviario más grave de la historia de Galicia.