Las aulas de una escuela infantil pública de Parla se convierten en un horno cuando llega el verano. Los 113 alumnos matriculados en el centro de Educación Infantil Los Abetos (de 0 a 3 años) llevan años soportando temperaturas superiores a los 30 grados centígrados en sus aulas, según las reclamaciones puestas por los padres de los pequeños y por la dirección del centro ante la Consejería de Educación. "Las temperaturas que se pueden alcanzar dentro de las aulas son excesivas, de ahí nuestra preocupación por los pequeños", se lee en un escrito presentado por el centro a la Comunidad de Madrid. La escuela es de titularidad pública, aunque la gestiona una empresa privada en régimen de concesión administrativa.

En los periodos de más calor, los padres han comprobado que el ambiente dentro de las aulas llega a ser asfixiante. "Se han podido registrar temperaturas de 32 grados en el interior de las aulas y de 35 en los pasillos y entrada a la escuela", según otra carta remitida en 2013. Esta queja se remonta al año pasado, aunque la comunidad educativa del centro ha vuelto a denunciar este año que todavía siguen sufriendo el problema térmico: "En el interior de las aulas se alcanzan temperaturas de 32 ºC", explica una de las madres. Esa última medición se realizó la pasada semana, en plena alerta por calor que hizo elevar el termómetro casi hasta los 40 ºC en el exterior.

Los padres están preocupados incluso por la salud de sus hijos. "La situación que están soportando en el interior de la escuela es insoportable y genera un importante riesgo tanto para los bebés como para los educadores y personal del centro. Un golpe de calor podría tener consecuencias muy graves en un bebé", advierte una de las madres que ha denunciado la situación. Además, destacan que la escuela incumple la legislación que regula las temperaturas idóneas en espacios interiores: según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, la temperatura interior en verano no debe superar los 25 grados.

El calor que se genera en la escuela se debe a la escasa ventilación por la falta de ventanas abiertas al exterior y a la ausencia de sistemas de climatización, según fuentes del centro. En ocasiones, la sensación de agobio se mitiga con ventiladores, pero los padres creen que estos aparatos son solo un parche y exigen una solución definitiva. De hecho, han presentado varios presupuestos para instalar un sistema de aire acondicionado "totalmente seguro para la salud de los bebés y que no propaguen ningún tipo de enfermedad".

Sin embargo, la Comunidad ya ha descartado la posibilidad de poner un sistema de climatización. "No se contempla la instalación de un sistema de aire acondicionado por la seguridad de los menores", explica la Consejería de Educación. Temen que los conductos del aire puedan convertirse en una vía de transmisión de bacterias. Aunque los padres creen que ese motivo no tiene fundamento: "Hay sistemas de aire seguros, como los hay en otras escuelas infantiles, en colegios o en los hospitales".

En cualquier caso, la Consejería asegura que ya está poniendo en marcha otras soluciones: "Hace unas semanas un equipo de técnicos se desplazó hasta la escuela para valorar el problema, se hizo un proyecto y se decidió acometer las obras para mejorar la ventilación del centro". Estas obras "siguen acometiéndose ahora mismo y finalizarán en las próximas semanas", con el objetivo de tenerlas listas para el inicio del próximo curso, ha explicado Educación este martes.

Estos trabajos consisten en "la reforma de los lucernarios para hacerlos practicables (que se puedan abrir) y facilitar la circulación de aire en las aulas". Aun así, los padres no confían en que se logren bajar las temperaturas: "De momento solo han puesto unas rejillas y todo sigue igual. Hasta el punto de que muchos padres están decidiendo no llevar a los niños en julio a la escuela por el calor". 20minutos.es ha intentado ponerse en contacto con la empresa que gestiona la escuela infantil, pero ha declinado ofrecer su posición.