Cada vez menos riesgos corren las grandes editoriales a la hora de apostar por la estrella de los sellos comerciales: la novela. Sólo el género negro parece mantenerse a salvo, incluso haber salido ganando con la crisis: es el lugar donde los nuevos nombres caben.

Manuel Barea con Vertedero es una de las pruebas más evidentes de que lo policíaco se la juega con jóvenes desconocidos (es de 1989 su autor), pero no es la única. La novela de la también jovencísima Jenn Díaz (1988) arranca con un asesinato.

Es el tiempo de la muerte, aunque sólo sea como fondo... y a veces ni eso. Es además un género con el que mirar con mayor facilidad o menos dolor y más evasión la crisis.

Isaac Rosa en La habitación del miedo ha realizado uno de los mejores retratos de la generación más azotada por el derrumbe; Rafael Chirbes con En la orilla ha dado el zarpazo más brillante sin necesidad de mostrase muy explícito.

Novelas que este verano pueden ayudar a viajar, aunque no sea al país más feliz del mundo, y también otras en las que la fantasía es el billete para esa evasión que muchos andan buscando. Es el caso de Franz y Greta, de David Cameo.

Manuel Barea, Vertedero (Lengua de Trapo). Nacido en 1989, este joven, de verdad joven, autor sorprende en su primera novela publicada con una escritura que tiene poco de primeriza. Más social que negra (porque 'negro' es ya casi todo) aborda la crisis desde el desgraciado protagonista: el paro. Más que prometer, Barea asegura.

Jenn Díaz, Es un decir (Lumen). Con un tono que oscila entre la poesía, el humor y la crudeza, esta barcelonesa del 88, lleva al lector hasta una niña de once años obligada a ser una "señorita" incluso tras el asesinato del padre, punto en el que arranca la historia.

Isaac Rosa, La habitación oscura (Seix Barral). El retrato de la generación hipotecada pero sin casa lo ha trazado Rosa (El país del miedo, La mano invisible) en su última novela con una puntería tal que no hace falta pertenecer a ella para sentir cada punzada. Y hay muchas. Tan potente que apuesta el autor, y lo está logrando, por la película basada en el libro.

Rafael Chirbes, En la orilla (Anagrama). Si hay una novela de la crisis, es ésta. No apta para quienes no estén por la labor de adentrarse en un pantano, y en todos los sentidos, del que no se sale con vida. Eso sí: la cirugía de la deblace moral, económica y social es magistral y no hay lugar, no lo deja, para la huida.

Carlos Zanón, Yo fui Johnny Thunders (RBA). Descarnado sin cruzar fronteras, Zanón radiografía la pérdida de todo deseo, la madurez como un conformismo contra el que no siempre se tienen ganas ni fuerza para luchar, a través de la historia del músico real que da título a la novela.

Enrique Vila-Matas, Kassel no invita a la lógica (Seix Barral). Cinco días sentado en un restaurante chino en la ciudad alemana de Kassel, invitado por el festival de arte contemporáneo Documenta Kassel, fue todo lo que necesitó Enrique Vila-Matas para escribir y reflexionar sobre la necesidad de entusiasmo y el arte como modo de vida. Esta novela es el fruto de aquella ¿intalación-artística-literaria?

Bernardo Atxaga, Días de Nevada (Alfaguara). Si hay alguien que va contra toda corriente ése es Atxaga, y esta vez ha ido afortunadamente más lejos que cualquier ocasión pasada. De manera más definitiva la poesía y lo íntimo se han impuesto en esta novela (o largo poema en prosa) en la que el desierto que sirve de escenario devuelve a la literatura parte de su papel: el arte por el arte.

David Cameo, Franz y Greta (Destino). Conocido por Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, y por el nombre con la que firmó aquella novela: Pablo Tusset, el escritor ha cambiado totalmente de registro (por eso también el nombre). Un viaje hacia la infancia de la mano de dos niños que van a un centro comercial, que (y hasta aquí se puede contar) viene a ser como el gran y tenebroso bosque de nuestro tiempo.

Luis García Montero, Alguien dice tu nombre (Alfaguara). Rinde tributo el poeta con esta novela a los jóvenes que luchan por su futuro cuando les dicen que no den un paso adelante. Para ello sitúa Montero la ficción en una España, la de 1963, en la que un joven apuesta por la ilusión, la vida, el amor y la política, pese al gris panorama.

Jesús Carrasco, Intemperie (Seix Barral). Parecía difícil que en un panorama editorial 'determinado' una novela alejada de toda moda actual tuviera éxito. Parecía casi imposible que un desconocido con esa novela triunfara. Pero ha sido así, el debutante Jesús Carrasco ha convencido, y de paso ha demostrado que el lector, de tonto, nada. Un niño huye de su pueblo en busca de algo mejor o al menos sin la barbarie en la que parece determinado a existir para siempre. Una novela que poco tiene que envidiar a las grandes del XIX.

Para comiqueros

Cooltureta, Moderna de Pueblo. Tras el éxito de Los capullos no regalan flores, Moderna de Pueblo ha querido llegar al público masculino y parece que lo ha conseguido. Los que acaso no estén muy contentos son los 'modernillos' o 'gafapasta', porque la ironía aunque amable siempre puede picar al susceptible. Divertida y sobre todo muy reconocibles algunos de los modelos retratados.

Srebrenica, Joe Sacco. El autor de Palestina, cómic en el que dio fe de sus meses entre Gaza y Cisjordania y con el que inició una manera diferente de contar conflictos armados (la imparcialidad ya no era el fin), ha variado el rumbo en su último título: La gran guerra, un 'mural' de siete metros sin texto y en el que el dibujante muestra la Batalla del Somme. La otra novedad de Joe Sacco es Srebrenica: un cómic digital interactivo.

El quinto Beatle, Vivek J. Tiwary. La fascinante, dura, compleja y corta historia de Brian Epstein (murió a los 32 años), el descubridor y representante de la banda de Liverpool, ha sido trazada por Vivek J. Tiwary, Andrew C. Robinson y Kyle Baker en este cómic que busca reclamar un hueco para el 'alma' de Beatles.  De hecho sin él, el grupo no sobrevivió unido más que dos años. El propio McCartney no ha dudado en darle la razón el título del libro: "Si alguien fue el quinto Beatle, ése fue Brian".

Vampir, Joann Sfarr. Sutileza es la palabra que mejor define esta obra. Fernán es un vampiro amable, melancólico, contenido y un poco chapado a la antigua. A través de sus vivencias y de sus relaciones con otros personajes inolvidables, Sfarr indaga en cuestiones como el amor, la amistad o la felicidad que pueden encerrar las pequeñas cosas cotidianas. Bajo su aparente sencillez, cada viñeta de Vampir invita a la reflexión.

Para reflexivos

Yo, mono, Pablo Herreros. Una vuelta a la historia y el origen del hombre para explicar actitudes y comportamientos básicos del ser humano, y también un cuestionamiento de algunas de las creencias más asentadas. Herreros pretende además mostrar que la cooperación entre animales y hombres (queda claro en su libro que de animales tenemos mucho) importa tanto para sobrevivir como la competición.

El mundo hasta ayer, Jared Diamond. El autor de Armas, gérmenes y acero (premio Pulitzer en 1998) propone una  mirada al pasado para mejorar algunos de nuestros hábitos del presente. La obra analiza cómo se abordan en las sociedades tradicionales distintos aspectos como el trato a los ancianos, el cuidado de los niños, la justicia, la religión o la guerra para demostrar que las sociedades tradicionales tienen mucho que enseñarnos.

Lejos del árbol, Andrew Solomon. Más de 300 entrevistas con familias cuyos padres tuvieron hijos que no esperaban (con autismo, enanismo, síndrome de Down, sordos u homosexuales, por ejemplo) han dado como fruto esta obra monumental de más de mil páginas. Aunque el libro lleva por subtítulo 'Historias de padres e hijos que han aprendido a quererse', la obra es, más que un ensayo sobre las relaciones paterno-filiales, una defensa de la diferencia como algo valioso para el individuo y para la sociedad.

Para cocinillas

Ensaladas fáciles y ricas para cualquier época del año, VV AA (Grijalbo).  Aunque durante todo el año la ensalada es uno de los platos más recurridos, con perdón de la pasta, ahora sí que es el plato estrella. Este libro cuenta con 60 recetas de ensaladas innovadoras y originales, pero sobre todo rápidas y muy sencillas. Desde la ensalada César o la ensaladilla rusa hasta una ensalada de manzana o de bogavante.

Ensaladas, VV AA (Everest). Los alumnos y profesores de la Escuela de Hostelería de Leioa además de dar un buen número de recetas fáciles, saludables y originales, trazan una breve historia de este plato que comenzó en aquellas primeras verduras recién recogidas en su temporada y consumidas crudas.

500 ensaladas, VV AA (Blume). Nada menos que 500 recetas de ensaladas, y todas fáciles. Desde una más elaborada ensalada de buey (menta, chile y ajo) hasta una sencilla caprese (mozzarella, tomate y albahaca).