Madrid restringirá la velocidad en la M-30 y el tráfico en el centro en episodios de alta contaminación

  • El Ayuntamiento de Madrid aprueba un protocolo que se activará cuando se alcancen niveles graves y continuados de dióxido de nitrógeno.
  • Se contempla limitar la velocidad en los accesos a 70 km/h, restringir el tráfico a la mitad de vehículos en el centro e impedir el aparcamiento a los no residentes.
  • El preaviso llegará cuando dos estaciones de una zona superen los 200 microgramos/m3 durante dos horas. El aviso, a partir de 250; y la alerta, con 400.
  • Hasta ahora nunca ha habido alerta máxima en Madrid, pero sí se han producido tres episodios de contaminación extraordinaria desde 2011.
  • Barcelona activó su protocolo de contaminación durante varios días en diciembre.
La 'boina' de contaminación que cubre la capital.
La 'boina' de contaminación que cubre la capital.
Jorge París
La 'boina' de contaminación que cubre la capital.

El Ayuntamiento de Madrid se resistía a tomar medidas para restringir el tráfico y frenar la contaminación en la ciudad. Pero finalmente ha aprobado un protocolo que se pondrá en marcha cuando el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire madrileño alcance niveles excepcionalmente graves. Concretamente, en episodios de alta polución que se mantengan durante horas e incluso días se restringirá automáticamente la circulación de vehículos por el centro de Madrid, se limitará la velocidad en los accesos a la ciudad y en la M-30, se reforzará el transporte público y se prohibirá el estacionamiento a los conductores no residentes en la zona SER (el área controlada por parquímetros). El protocolo ha sido aprobado inicialmente este jueves por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid y podría obtener la validación definitiva a partir de septiembre.

El plan de actuación establecido se comenzará a aplicar de forma gradual en cuanto se superen niveles extraordinarios de polución. El nivel de preaviso comenzará cuando dos estaciones medidoras de contaminación de una misma zona superen los 200 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire durante dos horas consecutivas: en este caso se informará a los gestores municipales del pico de contaminación y si la situación se mantiene en el tiempo se avisará del peligro a la población madrileña. Si el preaviso continúa durante cuatro días se limitará la velocidad en los accesos y la M-30 a menos de 70 km/h, se prohibirá el estacionamiento a no residentes y se ampliará la flota de autobuses y metro.

El nivel de aviso se activará cuando la cantidad de NO2 supere los 250 microgramos por metro cúbico durante dos horas. En este momento se advertirá directamente a la población y si la acumulación de este gas continúa durante los tres días siguientes se tomarán medidas más drásticas: en esta fase está prevista la restricción de la circulación en el interior de la almendra central a la mitad de vehículos. Para distinguir los vehículos que tendrán prohibida la entrada se utilizará el último dígito de las matrículas. Así, un día solo podrán entrar al centro los coches que tengan una matrícula par y al día siguiente solo se permitirá a los impares.

Alerta máxima: circulación restringida en la M-30

El escalón de alerta máxima se pondrá en marcha cuando tres estaciones de una misma zona superen los 400 microgramos de NO2 durante tres horas consecutivas. En este caso extremo se tomarán todas las medidas anteriores, pero la restricción del tráfico no se circunscribirá únicamente al centro, sino que tampoco se podrá circular por la M-30. Quedarán excluidos de estas limitaciones los vehículos de transporte público, transporte escolar, comerciales, coches no contaminantes, vehículos de discapacitados y servicios esenciales.

El Ayuntamiento de Madrid establece este protocolo de manera preventiva aunque matiza que rara vez habrá que ponerlo en funcionamiento. Según la alcaldesa Ana Botella, el nivel de alerta máxima no se ha dado nunca en la ciudad. Sin embargo, los niveles de preaviso y aviso, aunque son "muy esporádicos" sí se han traspasado en los últimos años: concretamente, desde 2011 se han dado tres casos de episodios con elevados niveles de concentración de NO2, según los datos municipales. El mayor de ellos se produjo en 2011, cuando saltaron todas las alarmas por una boina persistente sobre los cielos de Madrid, agravada por la sequía y las altas temperaturas.

Además, aunque la probabilidad de que se active el protocolo es baja ya ha habido experiencias similares en España. De hecho, el plan que ahora se aprueba en Madrid ya se aplica en Barcelona. Incluso, a finales de 2013 hubo que activarlo en dos ocasiones (los días 4 y 5 de diciembre y del 9 al 12 del mismo mes) por un fuerte anticiclón que creó un 'efecto campana' sobre la capital catalana e impidió la dispersión del dióxido de nitrógeno. En aquella ocasión se limitó la velocidad en las carreteras del área metropolitana de Barcelona, se emitieron recomendaciones para usar el transporte público y se instó a las cementeras y compañías eléctricas a reducir sus emisiones.

La UE pidió más lucha contra la polución

El cierre del centro de Madrid al tráfico era una de las peticiones más repetidas, tanto por los colectivos ecologistas como por la Unión Europea. El anterior alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, se negó a tomar una medida similar al considerar que estas restricciones supondrían "la destrucción de empleos". Ana Botella también había rechazado esta posibilidad en un principio. Pero el tirón de orejas de la Comisión Europea a Madrid por su elevada contaminación ha obligado al Ayuntamiento a aprobar este protocolo, que se suma a las medidas incluidas en el Plan de Calidad del Aire. Algunas de esas medidas ya están en marcha, como la instalación de los parquímetros inteligentes que cobran en función de la contaminación del vehículo o la implantación de BiciMad. Otras se pondrán en funcionamiento en los próximos meses, como la creación de tres nuevas áreas de tráfico restringido en Ópera, Justicia y Universidad.

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