Una dosis de humor y otra, de irreverencia. Unos tertulianos sin pelos en la lengua, el talante del teatrillo argentino, un punto de hiperrealismo feroz —a veces, hasta soez—, discusiones en directo, el fervor por lo impredecible y una apuesta clara por el entretenimiento.

La lista de ingredientes con los que el programa Sálvame (Telecinco) ha logrado durante cinco años mantenerse en lo más alto de los ranking de las sobremesas (y en el punto de mira de las críticas más despiadadas) no terminaría aquí. Porque Sálvame, aseguran sus responsables, es un programa "complejo". "Con el tiempo seguro que se estudiará en la Universidad", opina Paz Padilla,  presentadora suplente del espacio que habitúa a conducir Jorge Javier Vázquez.

Esta semana, la tertulia amante de los debates airados y de la crónica social celebra su quinto aniversario con un retrato firmado por Ouka Leele (en la parte superior de esta noticia) y una batería de contenidos especiales.

En concreto, este miércoles el espacio ofrecerá una mirada al pasado a través de las imágenes más destacadas de su lustro de historia, así como testimonios de sus protagonistas.

Un día después, el jueves, el broche de oro de la bautizada 'La Semana Grande de Sálvame' se clausurará con una gran fiesta homenaje cuyo contenido es "secreto", según indican fuentes del programa, a quienes también apasiona jugar con el suspense.

Sálvame ha registrado una cuota media de pantalla de 17,1% durante sus más de cuatro horas diarias en directo. Un dato en el que, para la periodista y colaboradora Lydia Lozano, ha sido crucial la labor del presentador Jorge Javier Vázquez ("Gracias a él se empezó a ver un programa detrás de las cámaras, algo antes impensable").

El director del programa, Raúl Prieto, también destacaba hace unos días, en rueda de prensa, la importancia de los colaboradores, "los más generosos de todos": "Se han desnudado, se han quitado miedos, prejuicios y han conseguido que el programa sin ellos fuera imposible".