El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confiado este domingo en que tras el proceso de sucesión en el liderazgo del PSOE el sustituto de Alfredo Pérez Rubalcaba le siga apoyando en su rechazo a un referéndum en Cataluña y en negociar diversas medidas de "regeneración democrática".

Rajoy se ha referido a la situación que vive el principal partido de la oposición en su intervención de clausurajunto al expresidente del Gobierno José María Aznar del campus de verano de la Fundación FAES, en la que ha reivindicado que el Ejecutivo cogiera "el toro por los cuernos" para superar la crisis, así como las políticas que cree que han permitido mantener el Estado del bienestar.

El jefe del Ejecutivo ha aprovechado para defender un "patriotismo cívico y sereno" subrayando que España tiene "todos los mimbres" para "competir y ganar" y pidiendo no caer en la tentación del "fatalismo o de la duda" que intentan trasladar "algunos".

Aznar, a diferencia de años anteriores, no ha tenido una intervención de calado político y se ha limitado a presentar a Rajoy y repasar los principales asuntos debatidos en el campus, entre ellos el "desafío secesionista" en Cataluña.

A ello ha aludido el presidente del Gobierno relacionándolo con la situación que vive el PSOE para decidir quién será su próximo líder y confiando en que el que sea elegido como sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba mantenga una posición similar a la que éste ha tenido.

Una posición que ha recordado que ha pasado por mantener un contacto directo con el Gobierno ante la situación en Cataluña. Rajoy ha aprovechado para insistir en que su posición es la que ya expresó el día en que el president de la Generalitat, Artur Mas, anunció la convocatoria de un referéndum.

"Ese referéndum no se puede celebrar y no se va a celebrar porque es ilegal y porque lo que sea España le corresponde decidirlo al conjunto de todos los españoles, como reza en la Constitución", ha subrayado de nuevo.

Pero Rajoy ha lanzado también otro mensaje al futuro líder socialista para que ayude a hacer algo útil por España apoyando las medidas de "regeneración democrática" que ha propuesto, entre ellas que el alcalde sea el cabeza de lista más votado, en vez de "limitarse" a criticar.

El líder popular ha subrayado su disposición a escuchar a todo el mundo y ha explicado que ahora es cuando se va a comprobar "que es más fácil comentar que reformar, opinar que decidir y criticar que construir".

"El reto es recuperar la confianza", ha subrayado Rajoy, quien ha explicado que sus propuestas se lanzarán de forma definitiva en septiembre y ha precisado algunas de las cuestiones que quiere que se aborden: la puesta en marcha de la ley de Transparencia, la ley de régimen económico y financiero de los partidos, el estatuto del alto cargo, la elección de alcaldes, los aforados y la agilización de la administración de Justicia.

El grueso de su intervención lo ha dedicado a hacer un repaso de la situación económica de España desde que el PP ganó las elecciones y durante el que ha explicado que la mejora "no cae del cielo", sino que es fruto del esfuerzo de los ciudadanos y de que el Gobierno cogió "el toro por los cuernos".

No obstante, ha reconocido que aún queda mucho por hacer, sobre todo en un asunto que sigue siendo su gran objetivo: disminuir la cifra de parados. Pero ha considerado que hay razones para la esperanza y ha recalcado que hay cifras positivas en este ámbito y que al final de la legislatura habrá menos parados que al principio de la misma.

También ha considerado "profundamente injusto" y una "enorme falsedad" decir que el Ejecutivo ha "liquidado el modelo de bienestar" en España y ha apelado a dar la batalla contra estos argumentos de una única forma: "diciendo la verdad".