Quedan sólo unos días para que arranque una nueva edición de los Sanfermines, probablemente la fiesta española más conocida en todo el mundo. Pamplona celebra a su santo, San Fermín, pero al santo le queda poco protagonismo. La fiesta son los encierros y el símbolo, los toros.
El chupinazo
La fiesta se inicia oficialmente el día 6 a las 12 del mediodía, con el lanzamiento del famosos chupinazo. Con la plaza del Ayuntamiento hasta arriba –no cabe un alfiler–. Si tenemos claustrofobia, mejor irnos a la inmediata plaza del Castillo.
Una fiesta en la que se madruga
Si no tenemos ni el dinero ni los contactos en Pamplona para tener un balcón en primera línea, toca madrugar para ver los encierros de cerca. Ver los toros desde el vallado exige estar allí una hora y media antes de que empiece la carrera… ¡sobre las 6.30 de la mañana!
Cantar al santo
Cada mañana, antes del inicio del encierro, los mozos cantan a San Fermín para pedir su protección: “A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición”.
Los encierros
Escucharemos cuatro cohetes: el primero indica que comienza el encierro; el segundo, que todas las reses han salido del corral y están ya en el recorrido; el tercero, que ha finalizado el encierro; y el cuarto, que los toros están de nuevo en los corrales.
Las vaquillas
Tras el encierro, en el ruedo se sueltan vaquillas. Aunque se puede tratar de recortarlas y torear, está totalmente prohibido tocarlas o zarandearlas.
Hemingway
Si hubo alguien que hizo internacional la palabra fiesta y la hizo sinónimo de los Sanfermines fue Ernest Hemingway. Sus crónicas periodísticas y su libro The sun also rises (Fiesta, en español), de 1926, fue la mejor carta de presentación de estas celebraciones de cara al extranjero.
No sólo encierrros
No todo acaba en los encierros y las corridas. Hay un sinfín de actividades. Los gigantes y cabezudos, por ejemplo, salen todos los días en comparsas para amenizar el ambiente por las calles de la ciudad, haciendo las delicias de los más pequeños.
Procesión de San Fermín
En la mañana del 7 de julio tiene lugar la procesión de San Fermín. Es el único día del año que el santo recorre las calles del Casco Antiguo de la ciudad. Rodeada de música y comparsas, la procesión hace varias paradas, los llamados momenticos, para homenajear al santo cantando una jota.
Pobre de mí
Cantando el Pobre de mí, desde la plaza del Ayuntamiento o la del Castillo, los pamploneses se despiden de las fiestas… hasta dentro de un año. El lamento se entona a las doce de la noche del 14 de julio.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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