La reina Letizia ha elegido el color de las grandes ocasiones de su vida: el blanco roto para el día de la proclamación de Felipe VI como rey de España. De corto, con un conjunto de abrigo y vestido en el mismo tono, con cuello a la caja, confeccionado con pedrería en tonos dorados y carmesí, un ornamento que evita la presencia de joyas.

Líneas rectas y sencillez marcan el estilo del vestido de Doña Letizia para los actos que han comenzado este jueves en el Palacio de la Zarzuela en el que Don Juan Carlos ha colocado el fajín de capitán general de las Fuerzas Armadas a su hijo el rey Felipe VI.

El único adorno del vestido de Letizia que rompe un poco la sobriedad es el lazo de la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.

El blanco es uno de los colores favoritos de la reina Letizia para sus ocasiones más señaladas, como ya sucedió durante su presentación a los medios de comunicación como futura esposa de don Felipe el 1 de noviembre de 2003.

La princesa de Asturias y la infanta Sofía lucen el mismo diseño en distintos tonos: Leonor en rosa palo y su hermana en verde agua.

Los vestidos, confeccionados en tela brocada con manga francesa, llevan un lazo zapatero en la cintura, de la que la falda nace con amplios pliegues. Unas sencillas bailarinas en tonos plateados completan el conjunto.

Los tonos claros han sido los elegidos también por la reina Sofía, que ha optado por un vestido en tono lima y un collar de perlas, mientras que la infanta Elena ha elegido un traje de chaqueta en blanco roto y rosa palo.