El presidente de la comisión gestora del PSC y alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ha asegurado este lunes que afronta este reto "con gran responsabilidad" para pilotar al partido hasta el congreso, y ha advertido de que el hecho de que el PSC "hierva" no significa que esté "en descomposición".

Tras ser ratificada ayer por el Consell Nacional, la gestora, formada por nueve personas, se ha reunido este lunes por la mañana en la sede del partido, donde ha confirmado el calendario hasta el congreso del que deberá surgir una nueva dirección, tras la marcha de Pere Navarro.

Así, el 13 de julio se celebrará la consulta a la que todos los militantes del partido están llamados para escoger al nuevo primer secretario —coincidiendo con la votación también para el secretario general del PSOE—, mientras que una semana después, el día 19, se llevará a cabo el congreso extraordinario.

En rueda de prensa en la sede del PSC, Ballesteros ha comparecido tras la primera reunión de una gestora que, según ha explicado, "velará para que estos procesos se produzcan con la mayor garantía, transparencia y neutralidad", algo que han comunicado a la militancia a través una carta.

"Asumimos este reto con una gran responsabilidad. Es un proceso sin precedentes en la historia de nuestro partido, que ha pasado periodos difíciles y otros de mucha euforia y positivismo. Ahora no estamos en un periodo de falta de positivismo, todo lo contrario. Se abren procesos interesantes, de radicalidad democrática", ha dicho.

El PSC, ha afirmado, "está hirviendo, no lo debemos negar, pero no peligrosamente, sino democráticamente. Que hierva el partido no significa que esté en descomposición o destrozado".

Más le preocuparía que los militantes socialistas, ha precisado, "no estuvieran hirviendo y debatiendo o esperanzados de que el final de este proceso supondrá un revulsivo importante para seguir siendo, en las mejores condiciones, un partido medular e imprescindible".

Ballesteros, que ha afirmado que la gestora mantendrá una "absoluta neutralidad" hacia los posibles candidatos, ha recordado que aceptó el cargo por tener "fecha de caducidad y ser un periodo transitorio para coger carrerilla hacia un PSC fuerte y unido".

Haciendo un símil casteller, se ha referido al Consell Nacional del domingo diciendo que, "a veces, parece que todo es un barullo, ves camisas por un lado u otro, gente que no sabes si se coloca o no", pero finalmente "el proceso fue el de formar la piña de un gran castell que será de la máxima altura con fuerza, valor y sensatez".

Entre el 18 de junio y el 1 de julio, se abrirá el periodo de recogida de avales (2.072 por candidato, un 10% de la militancia) y presentación de candidaturas, que serán proclamadas definitivamente el 3 de julio; del 4 al 11 de julio, los candidatos podrán presentar e informar de sus propuestas, antes de la votación del día 13, donde podrán votar los 20.715 militantes del censo del partido.

Un proceso que "arbitrará" la gestora, pero en el que la "máxima autoridad electoral" será la Mesa del Consell Nacional, formada por Celestino Corbacho, Montserrat Ballarín, José Ángel Carcelén, Mila Arcarons y Joan Ruiz.

Por su parte, la gestora, que según Ballesteros responde a criterios "territoriales, paritarios y de preparación para este tipo de procesos electorales", tendrá a Iolanda Pineda como portavoz.

Manel Brinquis, Joaquin Fernández y Montse Montiel serán los responsables de organización del congreso; Carles Prieto y Antoni Llevot, de Política Municipal y Territorio; Ruth Soto y Conxita Campoy, de Acción Política y Sectoriales; y Ballesteros y Pineda se encargarán de la coordinación con los grupos parlamentarios.

La diputada del PSC Marina Geli, que junto a Joan Ignasi Elena y Núria Ventura se desmarcó de las disciplina de voto en el Parlament y fueron sancionados por ello, se quejó el sábado de que el partido se había "olvidado" de invitar a los díscolos a la reunión del domingo.

"Quien no vino es porque no habrá querido o no habrá tenido interés. Y, a partir de ahí, que cada uno con su pan se lo coma", ha respondido. Al ser preguntado por el hecho de que en la gestora no haya críticos, Ballesteros ha respondido que no es una cuestión de "críticos y no críticos", sino que está compuesto por personas preparadas para pilotar el PSC hacia un congreso extraordinario. "La Comisión Gestora no debe tener carga política, sino técnica", ha sentenciado.

Por otro lado, los críticos son reacios a que Miquel Iceta, hombre fuerte del aparato, pueda dirigir el PSC. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, ha agradecido su ofrecimiento pero teme que si es elegido pueda haber una escisión, pues cree que el núcleo duro del PSC no quiere la revisión política necesaria para adaptar el partido a la sociedad, aunque no se ha posicionado claramente sobre esta posible candidatura.

Quien sí lo ha hecho, ha sido el líder de la corriente crítica Avance, Joan Ignasi Elena, quien ha descartado presentarse a la secretaria del partido. En su opinión, no puede capitanear la reconstrucción del partido porque lleva "30 años en la dirección" que ha llevado al partido a la crisis actual. Sin embargo, el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cree que Iceta "puede ser una buena opción" para el PSC. "Le conozco muy bien. Es una de las personas más inteligentes que tiene el PSC", ha afirmado en una entrevista en Antena 3.

En cualquier caso, Ros sostiene que el futuro del partido pasa por "ampliar su base social" y revisar sus postulados para contar con el posicionamiento de los críticos, sobre todo en relación al derecho a decidir, por lo que propone celebrar una conferencia política tras la elección del nuevo líder. "Este país necesita un PSC de base catalana y es imprescindible. Debemos salir de esta por la voluntad de los catalanes y las catalanas", ha dicho.

Una de las cuestiones claves del futuro del PSC es su posicionamiento ante el derecho a decidir y la consulta del 9 de noviembre. El secretario de Organización de CDC, Josep Rull, le ha pedido que resuelva su "dilema" entre Cataluña o el PSOE y le ha invitado a "regresar al consenso del catalanismo" que, a su juicio, representa la consulta, sin entrar a valorar nombres de posibles candidatos a primer secretario.

En la misma línea se ha manifestado la portavoz de ERC, Anna Simó, quien ha pedido a los dirigentes del PSC que salgan del próximo congreso que "se acerquen al derecho a decidir de Cataluña" y que su partido "no quede al margen de la voluntad mayoritaria de votar en la consulta". Ha querido dejar claro que ERC "no le pide al PSC que sea independentista, pero sí que se ponga al lado de los ciudadanos que quieren votar el 9 de noviembre, es decir, que defienda el derecho democrático de los catalanes a decidir el Estado que desean tener".

En cambio, la presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha pedido al PSC que no se convierta en el "tonto útil" de CiU y ERC, formaciones que, a su juicio, pretenden aprovechar la falta de liderazgo en los socialistas catalanes para "garantizar el proceso independentista en Cataluña". Por su parte, el secretario general de Ciutadans, Matías Alonso, ha pedido a los socialistas que, ante la incertidumbre que genera la dimisión de Navarro, no se suba al "tren del separatismo", porque significaría el olvido de sus "orígenes" como partido socialdemócrata.