Nueve detenidos en Madrid en una operación contra una red que captaba a yihadistas

  • Este grupo captaba y enviaba terroristas para el ISIL.
  • Se han practicado doce registros en la capital.
  • El líder de la célula residía en España, tras haber pasado por la cárcel de Guantánamo.
  • La célula desmantelada envió a nueve yihadistas desde Marruecos y España.
La Policía desmantela en Madrid una red internacional de captación y envío de yihadistas para su integración en organización terrorista.
La Policía desmantela en Madrid una red internacional de captación y envío de yihadistas para su integración en organización terrorista.
EFE
La Policía desmantela en Madrid una red internacional de captación y envío de yihadistas para su integración en organización terrorista.

Nueve personas han sido detenidas este lunes en Madrid por agentes de la Comisaría General de Información en una operación que ha desmantelado una red internacional de captación y envío de yihadistas para su integración en la organización terrorista ISIL (Estado Islámico de Irak y el Levante), asentada en territorios de Siria e Irak. Actualmente esta organización está llevando una violenta ofensiva en éste último país.

Según un comunicado del Ministerio del Interior, la Policía ha practicado desde las 04.30 horas de la madrugada un total de doce registros, algunos de ellos en viviendas del barrio de La Concepción de la capital.

La nota destaca que el "principal líder de esta célula residía en España tras su paso por la base militar de Guantánamo, habiendo sido detenido en Afganistán en el año 2001". Se trata de Lachen Ikassrien, quien denunció en 2009 haber sufrido torturas durante su estancia en Guantánamo entre 2002 y 2005, hechos que investiga el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en un procedimiento abierto por su antecesor Baltasar Garzón.

Según informa el diario El País, entre los detenidos hay "una persona de nacionalidad argentina converso al islam, varios marroquíes y españoles". Del mismo modo, esa información explica que la policía buscaba, pero no ha podido detener al hermano de Mohamed Al Falah, uno de los presuntos autores del 11-M huido tras el atentado y que se suicidó en Irak.

La investigación, que ha sido coordinada por el titular del juzgado de instrucción número cinco y la fiscalía de la Audiencia Nacional, continúa abierta, según el comunicado.

Con todo, ya ha trascendido que la red yihadista desarticulada envió desde Marruecos y España a nueve "combatientes" a Siria e Irak para enrolarse en los grupos terroristas de Al Qaeda en estas zonas de conflicto, ha informado el Ministerio del Interior. El grupo, que contaba también con una vivienda en Ávila para mantener reuniones, había conseguido constituir una estructura propia a la que sus integrantes denominaban 'Brigada Al Andalus', que mantenía conexiones internacionales con grupos asentados en Francia, Bélgica, Marruecos, Túnez, Egito, Turquía y Siria.

Ikassrien, líder de la célula

Ikassrien llegó a España en 2005 tras ser extraditado por Estados Unidos a petición de Garzón, que, antes de tenerle como víctima, le había procesado por presunta integración en la célula española de Al Qaeda desarticulada tras el 11-S y que lideraba Eddin Imad Barakat, "Abu Dahdah".

Según el auto de procesamiento que dictó contra él Garzón, Ikassrien contactó varias veces por teléfono con "Abu Dahdah" en 2000 y se reunió con él después en Turquía, desde donde se desplazó a Afganistán para ser detenido.

Sin embargo, en 2006 resultó absuelto del delito de pertenencia a Al Qaeda por el que fue juzgado en la Audiencia Nacional y por el que la Fiscalía pedía para él ocho años de cárcel.

Ruz investiga las torturas en Guantánamo

El juez Ruz se hizo cargo de la causa que abrió en 2009 Garzón para investigar las supuestas torturas en Guantánamo a cuatro expresos: Ikassrien, Hamed Abderrahman Ahmed, "Hmido", conocido como "el talibán español", Jamiel Abdul Latif al Banna, "Abu Anas", y Omar Deghayes.

El pasado abril, a raíz de la entrada en vigor de la reforma de la justicia universal, Ruz rechazó archivar esta causa en aplicación de la nueva norma, al entender que los delitos investigados —torturas y contra la integridad moral en concurso con varios crímenes de guerra—, están amparados por los convenios internacionales de Ginebra y contra la tortura.

De hecho, al tomar esta decisión, Ruz acordó reiterar a Estados Unidos la comisión rogatoria que libró en enero para conocer si allí se están investigando las supuestas torturas relatadas por estos cuatro ex presos en la querella interpuesta contra el expresidente de EEUU George W. Bush, el exvicepresidente Richard Cheney y el exsecretario de Estado de Defensa Donald Rumsfeld, entre otros.

Veinte detenidos este año

Veinte personas han sido detenidas en España en lo que va de año en relación con la captación y envío de yihadistas a los conflictos armados en Siria, Mali o Libia, a las que hay que añadir el arresto de otras tres en Marruecos, fruto de la colaboración con las fuerzas de seguridad españolas.

Estos arrestos se han producido en cuatro grandes operaciones desarrolladas en enero, marzo, mayo y la última esta madrugada en Madrid. El pasado 30 de mayo, la Policía y la Guardia Civil arrestaron en una operación conjunta desarrollada en Melilla a seis personas, todos ellos españoles de entre 26 y 42 años, a quienes se acusó de pertenecer a una célula que habría logrado enviar al Sahel para integrarse en Al Qaeda al menos a 26 "combatientes".

Entre los detenidos se encontraba Benaissa Laghmouchi Baghdadi, considerado por los investigadores como el primer yihadista español retornado del Sahel tras formarse en un campo de entrenamiento en el desierto del norte de Mali y cuya misión era ahora reclutar a nuevos combatientes ya desde Melilla.

Melilla, foco de captación

La ciudad autónoma, con algo más del 40% de población musulmana, se ha convertido en un importante foco de captación de terroristas yihadistas por parte de células que trabajan en conexión con otros extremistas, fundamentalmente en la ciudad marroquí de Nador.

Precisamente, la colaboración hispano-marroquí había permitido el 14 de marzo la desarticulación de la que el ministerio del Interior calificó como "la célula internacional más activa e importante de España y una de las más activas e importantes de Europa" en la captación de activistas para participar en la "guerra santa". Siete personas fueron detenidas entonces, tres en Melilla, tres en Marruecos y una en Málaga.

Esa operación, la primera en la que las policías marroquí y española trabajaron juntas en el ámbito operativo, más allá del mero intercambio de operación, se saldó además con el arresto del considerado cabecilla de la red de captación de yihadistas, Mustafá Maya Amaya.

Otro hombre fuerte de esa red, Abdeluahid Sadik Mohamed, presunto miembro de la organización Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), vinculada a Al Qaeda, había sido detenido el 5 de enero en el aeropuerto de Málaga, adonde llegó procedente de Estambul. El detenido formaba parte de otra red hispano-marroquí de captación de yihadistas, esta radicada en Ceuta.

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