El dirigente del Foro Ermua Antonio Aguirre fue agredido el lunes en las inmediaciones del Palacio de Justicia de Bilbao, donde están congregados centenares de personas para arropar al lehendakari Ibarretxe en su segunda declaración ante el Tribunal Superior vasco por reunirse con Batasuna.

Los incidentes comenzaron cuando los dirigentes del Foro Ermua Antonio Aguirre e Iñaki Ezkerra y el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, se dirigían al Palacio de Justicia.

A diferencia de lo ocurrido en enero, durante la primera declaración de Ibarretxe ante el TSJPV, en esta ocasión el Tribunal no les permitió a los miembros del Foro Ermua acceder por la escalinata de los Jardines de Albia, por ser una entrada reservada a autoridades, y les ordenó entrar al Palacio de Justicia por la puerta de la calle Barroeta Aldemar.

Escoltados por la Ertzaintza, los tres comenzaron el recorrido por la calle Colón de Larreategui hasta la parte trasera del edificio, entre insultos de los congregados en apoyo a Ibarretxe, como "fascistas", a los que Portero, Ezkerra y Aguirre respondieron con gritos de "viva la libertad".

Entonces se produjo un altercado en el transcurso del cual, al parecer, Aguirre recibió una patada en los genitales y cayó al suelo.

A continuación, la Ertzaintza refugió a Aguirre, Ezkerra y Portero en un hotel situado en el lugar de la trifulca, donde permanecen protegidos por los agentes y a donde ha llegado una ambulancia.

En el interior del hotel, Daniel Portero criticó ante la prensa la decisión del TSJPV de no permitirles acceder al Palacio de Justicia por la entrada de autoridades y aseguró que él no es un "provocador" y sólo exige "libertad de expresión y poder llevar la bandera española".

Habrá denuncia

El Foro de Ermua anunció que emprenderá acciones legales por la agresión.

Según denunció el propio agredido en rueda de prensa en Bilbao posterior al incidente, un grupo de mnifestantes "nacionalistas" se le acercó en actitud amenazante y, finalmente, uno de ellos le propinó la patada.

La víctima cayó al suelo y llegó a "perder el conocimiento durante segundos".

Finalmente, fue atendido por una ambulancia que se desplazó al lugar. Según su versión, durante el tiempo en que duró el acoso, los agresores corearon de forma reiterada la consigna "que se muera".