Un submarino en Titán, redes que capturan asteroides... Apuestas de la NASA para futuras misiones

  • Por ahora son proyectos con potencial que incluyen "conceptos interesantes para la exploración planetaria", según explican desde la NASA.
  • Son 12 propuestas que obtendrán financiación de la NASA durante nueve meses (en una primera fase) para estudiar su viabilidad.
  • Entre ellas están la de un submarino en la luna de Titán, la creación de un ecosistema en Marte o un método de propulsión a partir de energía solar.
Otro de los proyectos consiste en una especie de submarino no tripulado que explore el mayor mar del hemisferio norte de Titán, Kraken Mare.
Otro de los proyectos consiste en una especie de submarino no tripulado que explore el mayor mar del hemisferio norte de Titán, Kraken Mare.
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Otro de los proyectos consiste en una especie de submarino no tripulado que explore el mayor mar del hemisferio norte de Titán, Kraken Mare.

Un submarino para navegar por los mares de Titán, drones y globos para explorar planetas, un sistema de redes para capturar asteroides... No son instrumentos que vayan a salir en la nueva de Star Wars, sino algunos de los 12 proyectos que la NASA ha seleccionado y presentado recientemente con vías a que puedan ser utilizados en futuras misiones al espacio.

Para Michael Gazarik, administrador asociado de la NASA para el Directorio de Misiones de Tecnología Espacial en Washington, "estos últimos proyectos seleccionados incluyen una serie de conceptos interesantes para la exploración planetaria". Por ello, han sido incluidos en la Fase I del programa NIAC (siglas en inglés que significan Conceptos Avanzados e Innovadores de la NASA) en base a su potencial para transformar las misiones aeroespaciales futuras.

Para los investigadores de estos proyectos supondrá obtener los fondos necesarios —unos 73.400 euros, 100.000 dólares— para llevar a cabo un estudio de definición y análisis inicial de sus conceptos durante nueve meses. Si los estudios básicos de viabilidad tienen éxito, podrán optar a la Fase II, que ofrecen hasta 367.000 euros (500.000 dólares) por dos años más de desarrollo de conceptos.

Estas son las 12 propuestas que han sido incluidas en el programa NIAC de la agencia espacial estadounidense:

Submarino en Titán. Sin duda uno de los proyectos más curiosos elegidos por la NASA. Este submarino está pensado para explorar el mayor mar del hemisferio norte de Titán, Kraken Mare. La nave podría desarrollar autónomamente investigaciones científicas detalladas. ¿Por qué en Titán? Se trata del único cuerpo celeste del Sistema Solar que, aparte de la Tierra, tiene un sistema de lagos y mares líquidos en su superficie. Esta embarcación no estaría tripulada, sino que sería autónoma y serviría para llevar a cabo investigaciones científicas detalladas bajo la superficie del Kraken Mare, proporcionando un conocimiento sin precedentes de un mar extraterrestre: composición química de los líquidos, corrientes superficiales y subsuperficiales, las mareas, el viento y las olas, entre otros.
Un enjambre de sondas para estudiar asteroides. Este proyecto, de la Universidad Johns Hopkins, consiste en liberar un enjambre de pequeñas sondas al sobrevolar un asteroide o cometa, en vez de utilizar un módulo de aterrizaje. "Mediante el seguimiento de esas sondas, se puede estimar el campo de gravedad del asteroide y deducir su composición y estructura", explican en la web de la NASA sobre este sistema. El conjunto de datos resultante puede revelar aspectos únicos de la estructura interior del cuerpo celeste que de otra manera no sería posible observar. Es una manera más barata, segura y no invasiva que ayudaría a lograr nuevas mediciones científicas para mejorar la comprensión del Sistema Solar.
Creación de un ecosistema terrestre en Marte. Se trata de un programa a desarrollar en tres fases que cuenta con un dispositivo para el estudio de la supervivencia de las formas de vida terrestre en la superficie de Marte. Se creará así un ecosistema en el planeta para probar (y demostrar) la actividad de una serie de organismos pioneros seleccionados sobre la base de la investigación en la Tierra. El dispositivo desarrollado para acoger estas formas de vida enviará luego informes a un satélite de retransmisión situado en la órbita de Marte.
Aragoscopio, un telescopio espacial diferente. Una versión actualizada del telescopio: consiste en colocar un disco de difracción delante de un telescopio convencional para aumentar así la resolución de los objetos. El proyecto recibe el nombre de 'Aragoscopio' en honor al científico François Jean Dominique Arago, uno de los primeros en estudiar las  ondas de difracción. Según explican en la descripción de este proyecto, se podrían lograr imágenes del cielo con una resolución mil veces mayor que la del Telescopio Espacial Hubble, y con un coste menor que como se viene haciendo.
Generar oxígeno en el espacio. Utilizando la abundante luz solar se podría generar oxígeno (O2) a través de un catalizador aéreo sostenible, sin necesidad de consumir energía térmica o eléctrica.

El reactor encargado de generar oxígeno se construiría mediante impresión 3D, reduciendo la masa, el volumen y el consumo de energía dentro de una nave espacial.

Una red que 'pesca' asteroides. Se trata de un nanosatélite que captura con seguridad un asteroide en aproximación o desechos espaciales.

El proyecto, denominado WRANGLER, propone emplear nanosatélites de bajo coste que desplegaría una red para capturar la roca, así como un mecanismo de sujección mediante una correa.

El objetivo es trasladar el asteroide a algún punto donde puedan recuperarse muestras para ser estudiadas.

Globos que exploren la superficie de Titán. La luna gigante de Saturno ha inspirado algunos de estos proyectos avalados por la NASA. En este caso, una misión compuesta por drones (de menos de 10 kg) que viajarían hasta este satélite en un globo o una sonda y que podrían tomar fotografías aéreas en alta resolución, cartografiar la superficie de Titán, y obtener imágenes microscópicas y muestras. El globo serviría de nave nodriza desde la que el pequeño helicóptero no tripulado partiría para sus múltiples salidas donde depositaría las muestras obtenidas.
Uso de neutrinos para estudiar lunas heladas. Según definen en la descripción, el proyecto consiste en medir la profundidad del hielo en las lunas de los planetas exteriores como Europa, Ganímedes y Encelado. La determinación del espesor de estos depósitos de hielo se lograría empleando un receptor pasivo de una señal natural generada por las interacciones de neutrinos de profunda penetración de los rayos cósmicos. "Se podría medir el espesor del hielo directamente, lo que supone un ahorro significativo en cuanto a los recursos de la nave espacial", explican. Hasta ahora sólo se habían hecho mediciones indirectas que indicaron la propabilidad de que bajo las capas heladas de dichas lunas se encuentren océanos de agua líquida.
Sistema de exploración del subsuelo lunar. El proyecto denominado PERISCOPE se ha enfocado en la exploración del subsuelo lunar a través de cuevas en la superficie.

En vez de emplear robots en la superficie o astronautas, como venía haciendo hasta ahora la NASA, se ha presentado una tercera opción: cartografiar y reconocer estructuras de cuevas desde una plataforma que siga la órbita lunar.

Un autoestopista de cometas. Utilizando el símil de las carreteras, sería como 'engancharse' a un autobús en marcha (la cometa, en este caso) para que transportara una nave de un punto a otro del espacio. Pasearse así por el Sistema Solar sería posible, según este proyecto, aprovechando la energía cinética de un cuerpo celeste para acelerar o desacelerar la nave espacial.

Primero se alcanzaría el objetivo con una especie de arpón, y se sobrevolaría para fijar una correa de sujección al objeto. Una vez acoplada la nave al cometa se extraería energía replegando el cable. Los investigadores lo comparan a la técnica que emplearía un pescador desde un bote a la hora atrapar un pez grande que se mueve a gran velocidad. Una vez que el pescado está en el anzuelo, explican, el pescador deja correr el carrete, aunque aplicando algo de tensión. Algo similar (que no exacto) ocurriría en este caso a la hora de engancharse al cometa. Después, bastaría con aprovechar la energía generada para abandonar el objeto en un punto determinado. Desde este proyecto enumeran tres ejemplos de misiones que emplearían este sistema del 'autoestopista': "La exploración de cuerpos primitivos que conservan la composición química de la formación del Sistema Solar, la observación en profundidad de los KBO (objetos del llamado cinturón de Kuiper), y la cartografía de cómo se distribuyen las partículas de polvo interplanetario".

Exploración espacial con 'chips'. Es otro método diferente que sirve, según detallan en la descripción del proyecto, para llevar a cabo estudios a distancia y tomar muestras in situ. Primero se sobrevolaría desde la órbita el planeta o satélite para cartografiar la superficie. Posteriormente, la sonda soltaría una serie de componentes, como 'chips', que aterrizarían sobre la superficie y serviría para tomar las muestras. Se trata de un método de estudio rápido y donde el riesgo es reducido.
Sistema de propulsión a 'vela solar'. El proyecto, denominado HERTS (siglas en inglés de Sistema de Tránsito Rápido Solar Electrostático) está formado por un haz de cables de 30 kilómetros de longitud anclados a una nave espacial giratoria que obtendrían energía del Sol para moverse a 700 kilómetros por segundo. "Es ideal para misiones del espacio profundo a los planetas exteriores", explican en la descripción del proyecto.
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