Todo rey tiene su corte. Antiguamente, las monarquías se apoyaban en sus nobles como base de su poder. Hoy, el concepto de nobleza ha quedado reducido a un título honorífico que no conlleva privilegios, aunque los reyes siguen concediendo títulos a políticos, empresarios, científicos, deportistas o gente de la cultura que merece un reconocimiento especial. En España, como en la mayoría de las monarquías, la concesión de nuevos títulos es potestad del rey. Desde su coronación en 1975 Juan Carlos I ha concedido 53 títulos nobiliarios, excluyendo los otorgados a los miembros de su familia, que son vitalicios y no hereditarios. Los últimos cuatro fueron concedidos en mayo de este año. Seguramente el rey no cree ningún título más en las tres semanas que previsiblemente le quedan como monarca, tras el anuncio este lunes de su abdicación.

De los 53 títulos, seis ya existían. Lo que hizo el rey fue concederles la categoría de Grandes de España, la máxima distinción de la nobleza española, algo que ya no sirve para nada práctico salvo para formar parte del Consejo de la Diputación de la Grandeza, para ser tratado de "excelentísimo señor" o para tener el derecho a permanecer con la cabeza cubierta en presencia del rey. De los 47 títulos restantes que sí ha creado Juan Carlos I, solo tres han sido ducados (el primer título en jerarquía. De hecho, todos los duques son Grandes de España). Se trata de compromisos políticos, ducados que se crearon por herencia de la dictadura franquista y para premiar la labor política realizada en la Transición. Los tres ducados son el de Franco (a su esposa Carmen Polo), el de Fernández-Miranda (concedido a Torcuato Fernández-Miranda, presidente interino tras la muerte de Carrero Blanco) y el de Suárez (concedido a Adolfo Suárez, el primer presidente del Gobierno de la democracia).

Tras los ducados van los marquesados. Juan Carlos I ha concedido 35. En un tercer escalón están los condes, seguidos de títulos más infrecuentes, como barones, vizcondes o señores. Actualmente hay en España unas 2.230 personas que ostentan 2.800 títulos nobiliarios, de los que 404 son Grandes de España. Salvo estos últimos, que incluyen los privilegios arriba citados, el resto de títulos solo sirve para una cuestión de prestigio social, nada más.

Solo las 10 grandes casas ducales del país (Medinaceli, Alba, Osuna, Villahermosa, Alburquerque, Infantado, Borbón, Medina Sidonia, Fernán Núñez y Peñaranda) suman conjuntamente casi 200 títulos. En su particular listado, Juan Carlos I ha hecho nobles a un buen puñado de artistas, deportistas, científicos y empresarios, como el pintor Tapies, el seleccionador nacional Vicente del Bosque o el empresario Juan Miguel Villar Mir (fundador de la constructora OHL). Entre los cuatro últimos títulos concedidos, este mes de mayo, tres marquesados y un condado, están dos científicos (el bioquímico Santiago Grisolía y el cardiólogo Valentín Fuster), la académica Carmen Iglesias y el empresario David Álvarez.

Los títulos nobiliarios no se traspasan automáticamente de padres a hijos cuando aquellos mueren. Hay que rehabilitarlos y mantenerlos, lo cual lleva su tiempo y su dinero. O mejor dicho, la sucesión de títulos es hereditaria, pero no automática. Por ejemplo, cuando el seleccionador Vicente del Bosque muera, su hijo mayor podrá heredar el título de marquesado si lo pide, y lo paga, lo que se llama el curso de la sucesión. Tras la muerte de un noble, el heredero principal (sea hombre o mujer) puede solicitar en un plazo de dos años, a través del Ministerio de Justicia, un permiso para seguir utilizando el título. Finalmente el rey firma o no esa concesión.

En lo que llevamos de año, entre enero y junio, 23 herederos de nobles han pedido la solicitud de sucesión. Otras 25 peticiones ya han sido confirmadas por el Ministerio de Justicia y refrendadas por el rey, funciones que ahora serán asumidas por Felipe VI cuando sea proclamado el 18 de junio. Heredar un título sin grandeza de padres a hijos o entre hermanos está gravado con algo más de 700 euros, que se elevan a unos 2.500 si el título conlleva grandeza. Si la transmisión es entre parientes más alejados, los impuestos rozan los 2.000 euros en el caso de un título sin grandeza y superan los 6.000 euros por cada título con grandeza.

Los intereses de la nobleza española están representados en un solo organismo, el Consejo de la Diputación de la Grandeza, donde se pueden consultar todos los títulos. Hace unos años surgió una asociación paralela, la Asociación Nobiliaria Española, que nació para dar seguridad jurídica a muchos nobles perjudicados por una ley de 2006 que cambiaba las normas de sucesión. En igualdad de línea y grado, ya no tiene preferencia el varón (como sucedía antes de 2006), sino el primogénito, ya sea hombre o mujer. El rey Juan Carlos, y ahora el príncipe Felipe, conceden títulos, pero no resuelven los litigios de sucesión, algo que solo está en manos de los tribunales. Sí ayuda el Consejo de Estado, el máximo órgano consultivo del Gobierno español, que es el encargado de realizar dictámenes sobre cada uno de los casos en litigio. En los últimos 25 años ha realizado 362, aunque no son  vinculantes.

El listado de nobles del rey revela que Juan Carlos I ha querido conceder este honor a personalidades de la ciencia, el deporte, la literatura, la música o la historia. El marquesado de Salobreña recayó en el guitarrista Andrés Segovia, y el de los Jardines de Aranjuez en el compositor Joaquín Rodrigo. Salvador Dalí también tuvo su marquesado, aunque el excéntrico pintor y artista pidió que su título, hereditario, se convirtiera en vitalicio para que no lo heredara su familia. También obtuvo un marquesado la pianista y mecenas Paloma O'Shea, esposa de Emilio Botín, uno de los mejores amigos del rey. El mundo de la literatura está representada por los marquesados de Vargas Llosa y de Iria Flavia (de Camilo José Cela), y por el marqués de Bradomín, que Juan Carlos otorgó al hijo de Valle-Inclán.

*Este artículo recogía inicialmente que el rey había concedido 52 títulos nobiliarios, pero gracias a la indicación de una lectora hemos corregido la cifra, que se eleva a 53 con el marquesado que en 2011 el monarca otorgó a un empresario portugués, Manuel de Quevedo Pereira.

Listado de los 53 títulos concedidos por el rey: