El recinto de la Expo, ubicado en el meandro de Ranillas, sigue creciendo, ya acoge a casi 1.900 trabajadores y continúa reconvirtiendo plazas y edificios para tratar de atraer nuevos proyectos.

Y sin embargo, el transporte público que conecta el centro de la ciudad con el parque empresarial y la Ciudad de la Justicia (a la que cada día acceden de media unas 5.000 personas, sin contar funcionarios) sigue siendo deficiente y despierta cada vez más quejas.

En la actualidad, solo las líneas circulares y la 23 (esta última súnicamente entre semana y hasta media tarde) llegan hasta el recinto Expo. El propio juez decano de Zaragoza, Ángel Dolado, alerta del deficiente transporte público y pide que como poco se prolongue el trayecto del 44.

Y la situación tenderá a empeorar. Esta semana ha arrancado la mudanza de las oficinas del departamento de Educación del Gobierno de Aragón y de aquí a diciembre está previsto que se trasladen también la comisaría autonómica de la Policía Nacional y la empresa pública Sarga. En total, para finales de año ya habrá en el recinto Expo al menos 2.500 trabajadores.

Las últimas empresas privadas en instalarse allí han sido, entre otras, la multinacional Bureau Veritas o el Grupo Jorge, una de las principales cárnicas de la comunidad.

"Esto tendrá muy buen servicio de transporte muy pronto", asegura el consejero de Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón, que sin embargo no concreta nada más. Anticipa que el Ayuntamiento tendría que añadir líneas y dice que cuando haya "2.500 o 2.600 trabajadores diarios" el servicio mejorará. El Ayuntamiento mantiene que las mejoras las tendría que pagar la DGA.