"Esto es un quítate tú para ponerme yo". Francisco Javier, de 47 años, acaba de entrar en casa tras constatar que las tres calles más importantes de "vida nocturna" en Bangkok (Tailandia) están completamente vacías. Son las 22.30 h —hora local—, las 17.30 h en España. El Ejército ha dado un golpe de Estado y ha decretado el toque de queda de 22h a 5 de la madrugada y la gente "se lo está tomando en serio", apunta por teléfono a 20minutos.

Las líneas de comunicación funcionan e Internet —"no creo que se atrevan a cortarlo, supone incomunicar un país"— también, incluidas las redes sociales. En la televisión no se ve ni Disney Channel. Los aeropuertos, relata, siguen funcionando; los trenes, no. Los coches, taxis incluidos —salvo en el aeropuerto—, circulan por la ciudad y, al contrario de lo que ocurrió en el golpe de 2006, todos los establecimientos 7/11 —que abren todos los días de la semana— han echado llave.

Este español, que lleva cuatro años residiendo en el país del sureste asiático, asegura que la acción militar solo se está notando en la capital. "En algunos sitios del país ni se han enterado", apunta. Nada más saltar la noticia su teléfono comenzó a sonar, "me ha llamado todo el mundo, pero ya he puesto en Facebook que estoy bien y que todo está bien". Se le escucha escribir mientras habla, comenta que está en contacto con periodistas británicos.

Hay mucha incertidumbre, aunque esto "se veía venir desde finales del año pasado", explica Luis Garrido-Julve, de 34 años, también vía telefónica. Es periodista y escritor y vive a caballo desde 2011 entre España y Tailandia. El 1 de noviembre de 2013 se aprobó en el Congreso una propuesta de ley de amnistía que provocó protestas multitudinarias. No obstante, la crisis en el país viene de lejos. Hay dos bandos enfrentados, los rojos (pro Gobierno) y los amarillos (anti Gobierno).

El Ejército, dice Garrido-Julve, es afín a los amarillos, entre los que había algunos que "venían pidiendo su intervención". Mucha gente, comenta, ya se estaba preguntando cuándo iba a haber un golpe, tal cual. Hace solo unos días, el Tribunal Constitucional destituyó a la ex primera ministra Yigluck Shinawatra; en 2006, el golpe de Estado se ejecutó contra su hermano, Thaksin Shinawatra. El Ejército, que declaró hace dos días la ley marcial, ha suspendido la Constitución. "No hay pánico ni caos, aquí están bastante acostumbrados", señala el periodista.

Las elecciones celebradas el pasado mes de febrero fueron anuladas en marzo —"mucha gente ni votó"— y volvieron a convocarse para julio. Pero los militares han puesto sobre la mesa ahora dos opciones alternativas, que haya comicios dentro de cinco meses o, "la más probable", que se celebren en un período entre uno y dos años, lo que supondría de facto el establecimiento de un Gobierno provisional, "una situación más peliaguda".

Francisco Javier, prudente, explica que ambos bandos "adoran al rey" y prefiere no especular con derivas violentas que tendrían consecuencias poco deseables. Apunta, eso sí, que la presencia militar en la calle es muy alta; en algunas zonas hay soldados "cada 400 metros". Una encuesta realizada por el Ejército —con lo que eso conlleva— asegura que el 75% de la población está a favor del golpe. El Ministerio español de Exteriores "desaconseja" desde este jueves viajar a Tailandia.

"Se recomienda seguir las consignas de las autoridades locales", dice la nota del departamento de José Manuel García Margallo, que ha condenado el golpe y ha instado al "restablecimiento de la legalidad constitucional". Garrido-Julve, no obstante, comenta que a los tailandeses "no les interesa" molestar a los extranjeros. En 2013 el país recibió más de 26,7 millones de turistas, 123.000 de ellos españoles. La Autoridad del Turismo local dijo en enero que el conflicto no estaba afectando al sector, pero tanto Francisco Javier como Luis hablan de serias repercusiones.

El primero explica que han cerrado varias empresas mayoristas y el segundo apunta que en el primer cuatrimestre del año la economía se ha resentido. Sin embargo, este insiste en que a los extranjeros residentes o que viajan al país por trabajo no les afecta tanto lo que ocurre. "Hoy mismo un grupo de ejecutivos estadounidenses preguntaban en el lobby de un hotel de lujo por bares para ir a tomar algo", añade, "les daba igual, no se les suele tocar".

Este viernes está previsto que no abran las escuelas. Este es el duodécimo golpe de Estado que perpetran los militares en Tailandia desde la caída de la monarquía absolutista, en 1932, además de siete intentonas. El número de españoles registrados actualmente en el país "no llega a mil" recuerda Francisco Javier, que calcula que habría aproximadamente el triple sobre el terreno. Los teléfonos de emergencia —fuera del horario laboral— que ha facilitado el Ministerio de Exteriores son: 0818687507 y 0927154200.