El matrimonio de los príncipes de Asturias: diez años de armonía, prensa rosa y algún revés

  • El 22 de mayo de 2004 el príncipe Felipe y la princesa Letizia se dieron el 'sí, quiero' en Madrid ante la presencia de 1.200 invitados.
  • "Soy feliz, me he casado con la mujer que amo", dijo entonces Felipe de Borbón.
  • Diez años más tarde, la pareja goza de solidez y el favor de varios sectores.
  • Juntos, se preparan para reemplazar el juancarlismo.
Fotografía de archivo de los príncipes de Asturias bajando de un avión similar al Airbus A-310 de la Fuerza Aérea Española.
Fotografía de archivo de los príncipes de Asturias bajando de un avión similar al Airbus A-310 de la Fuerza Aérea Española.
EFE
Fotografía de archivo de los príncipes de Asturias bajando de un avión similar al Airbus A-310 de la Fuerza Aérea Española.

Han pasado diez años desde que Don Felipe y Doña Letizia sellaron su matrimonio con una mirada sonrojada, las manos entrelazadas y, después, desde el balcón del Palacio Real, un beso casto y sucinto. "Soy un hombre feliz (...), me he casado con la mujer que amo", aseguró entonces el príncipe de Asturias en su discurso ante 1.200 invitados. Atrás quedaban siete meses lunáticos en los que la prensa se afanó en bucear en los secretos de la novia, aquella periodista que, hasta la fecha, despachaba con eficacia noticias de actualidad desde los informativos de TVE.

De aquellos tiempos resuenan aún las tertulias que, cada día, desmenuzaban la imagen de esa mujer hermosa, pero "plebeya y divorciada". O repasaban el tono y contenido de aquellas dos palabras firmes que Letizia Ortiz Rocasolano había dirigido al príncipe mientras mostraba su anillo de compromiso a los medios. "Déjame  terminar". Tal vez, un gesto de espontaneidad, de carácter férreo y  de osadía, como algunos apuntaron. O, acaso, un último grito de rebeldía ante esa invisibilidad primorosa a la que, sospechó de pronto, estaba abocada.

Desde entonces, un silencio elegante ha marcado los pasos de la princesa de Asturias, que desde 2007 dispone agenda propia y ha atendido centenares de actos oficiales y audiencias. Se dice que es trabajadora, perfeccionista y pertinaz. Y que está involucrada en innumerables causas sociales relacionadas con la educación o la nutrición. Sin embargo —y aunque le pese, o tal vez no— son las revistas del corazón en las que reina con luz propia.  Allí, encandila a los lectores con su melena de peluquería, un rostro notable —que ella ha mejorado con cuidadosos retoques de bisturí— y un estilismo que la prensa francesa ha alabado ("Es protocolario a la vez que joven y sexy", escribió Paris Match). También, una mirada de ojos muy abiertos, el único gesto que delata que, tras la contención de la pose, bulle un fulgor  perspicaz e, incluso, impaciente.

A lo largo de una década, su romance con el príncipe Felipe no ha dado señales de fisuras, sino todo lo contrario. Ambos comparten dos hijas rubiasLeonor, de 8 años, y Sofía, de 7-, su afición por la lectura, el cine (donde acuden, ante la sorpresa del público, con cierta asiduidad) y su amor por algunos grupos de música (ambos han asistido a los conciertos de Hombres G, Shakira y Alejandro Sanz; Letizia, además, ha demostrado su talante indie en los directos de The Killers, Eels y Los Planetas).  Esporádicamente, se prodigan muestras de cariño tímidas y cálidas.

También han tenido que atravesar momentos amargos, como la muerte de la hermana pequeña de la princesa de Asturias, Érika Ortiz, la imputación por delitos fiscales de su cuñado Iñaki Urdangarin o algunas rumores recientes que aseguraban que la pareja atravesaba una crisis matrimonial, algo que la Casa Real después desmintió.

Por lo demás, en una época llena de altibajos para la monarquía, la pareja arroja una imagen limpia y profesional, algo que avalan algunos informes y encuestas, que señalan a Don Felipe como el miembro de la Casa Real con más credibilidad.

Si en España, la imagen de Don Felipe tiene el aprobado de los españoles, la princesa Letizia brilla en los círculos extranjeros, donde las revistas cuché son sus grandes aliadas.  "Simplemente perfecta", la describía hace unos años la prensa francesa. La americana Radar Online la ha incluido en alguna ocasión en su lista de princesas más atractivas del planeta. "Musa de las artes", "chic" y una princesa "con porte de reina" son otros de los apelativos que le ha dedicado la prensa internacional.

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