La exposición 'David Bowie es...' regresa a Europa en Berlín, ciudad emblema del músico

  • La muestra está ampliada con una sala dedica a la íntima relación del artista con la ciudad, donde cumplió 30 años y renació musicalmente a finales de los setenta.
  • Se exhiben archivos de la Stasi sobre un concierto de Bowie junto al Muro y la detención de jóvenes de la Alemania comunista por escuchar a distancia.
  • También se muestran tarjetas postales cruzadas entre Bowie y Marlene Dietrich.
Hoja de contactos del fotógrafo Masayoshi Sukita durante las sesiones para la cubierta de "Heroes". La imagen seleccionada aparece señalada en rojo
Hoja de contactos del fotógrafo Masayoshi Sukita durante las sesiones para la cubierta de "Heroes". La imagen seleccionada aparece señalada en rojo
© Masayoshi Sukita / The David Bowie Archive
Hoja de contactos del fotógrafo Masayoshi Sukita durante las sesiones para la cubierta de "Heroes". La imagen seleccionada aparece señalada en rojo

Una de las exposiciones más aplaudidas de los últimos años, David Bowie is... (David Bowie es...), visitada por 300.000 personas en Londres en su estreno, llega ahora a la ciudad-emblema del músico, Berlín. El museo Martin Gropius Bau es la primera parada en la Europa continental de una muestra audiovisual y ambiciosa sobre la carrera y la influencia cultural y pública de uno de los músicos más queridos, valientes y productivos de los últimos cincuenta años.

La exposición, que tiene una página web propia para su estancia en Alemania —del 20 de mayo al 10 de agosto— llega a la ciudad con contenidos ampliados con respecto a las versiones que exhibieron el MuseoVictoria & Albert, la entidad organizadora, la Galería de Arte de Ontario (Toronto-Canadá), donde se mostró hasta noviembre de 2013, y el  Museu da Imagem e do Som de São Paulo (Brasil), que la tuvo en cartel hasta abril de 2014.

Esta cita no es una más: adquiere hondura sentimental por la íntima y especial relación de Bowie con Berlín, ciudad en la que vivió entre 1976 y 1978, cumplió 30 años (1977) y renació artísticamente tras una grave crisis personal y creativa con la grabación y edición de tres discos atmosféricos y electrónicos que algunos consideran los mejores de su carrera: Low (1977), Heroes (1977) y Lodger (1979).

Ciudad bohemia partida por el Muro

La comisaria especial del anexo berlinés de David Bowie is..., Christine Heidemann, ha explicado que los contenidos originales de la muestra —300 objetos del archivo personal del músico, que nunca antes había permitido el acceso a su gabinete de curiosidades, posesiones y recuerdos, entre ellos fotos, cuadernos de trabajo, diseños escénicos, figurines de vestuario, vídeos...— han sido aumentados con extras que intentan ahondar en la cariñosa relación que el músico cimentó con una ciudad bohemia donde florecía el underground y permanecía todavía partida por el Muro en dos países, las repúblicas Federal y Democrática de Alemania, respectívamente occidental y comunista.

Las adendas berlinesas incluyen fotos de los viejos estudios de grabación Hansa, muy cercanos precisamente al Muro y al museo donde se celebra la exposición. El eco de las instalaciones explica el espectral sonido de la trilogía de discos que Bowie grabó para reinventarse y salir de un letargo que le había conducido a un estado de salud muy precario —necesitaba ayuda para caminar—, agravado por la extrema pérdida de peso que le provocaron años de inmoderado consumo de cocaína. En las sesiones de la trilogía de Berlín, como son conocidas las tres obras, el músico se hizo ayudar por músicos amigos del riesgo: Brian Eno, padre de la música de ambiente, quien a su vez trajo de la mano al virtuoso vanguardista Robert Fripp, ejecutante del estremecedor solo de guitarra la canción Heroes.

"¿Músico de rock? Vaya tontería"

Bowie disfrutó abiertamente de la ciudad: salía a clubes y cabarets, entre ellos el viejo Dschungel, donde se sentía cómodo porque nadie le conocía. En alguna entrevista ha declarado que alguien le preguntó su profesión y, cuando respondió "músico de rock", recibió una respuesta que dice mucho del ambiente libertario y de alocado despiste de la ciudad durante aquellos años: "¿Músico de rock? Vaya tontería, ¡yo también tengo un grupo de rock!". En las expediciones nocturnas y juergas a Bowie le acompañaba su mejor amigo, confidente (y quizá amante), Iggy Pop, con quien colaboró en la producción y cesión de canciones en dos discos grabados casi al mismo tiempo que los del inglés, The Idiot y Lust for Life, ambos de 1977.

La exposición también añade algunas obras de arte del expresionismo alemán que emocionaron poderosamente a Bowie, como la xilografía de Erich Heckel Portrait of a Man, que los organizadores aseguran que tuvo influencia en la foto de la carpeta de Heroes; las llaves del piso en el que residió el músico entre 1976 y 1978, en el número 155 de Haupstrasse, en el barrio de Schoeneberg, y las tarjetas postales que se cruzó con la actriz Marlene Dietrich, que coincidió con Bowie en el reparto —nunca en los sets de grabación— de la película Gígolo (David Hemmings, 1978).

Disturbios en la RDA

Quizá el aporte más delirante de la ampliación sea un informe de la Stasi, la temible policía política del régimen comunista de la RDA, sobre un concierto celebrado diez años más tarde, en 1987 —dos años antes de la caída de la valla de concreto que dividía la ciudad—, para conmemorar el aniversario de la fundación de Berlín. El momento estelar del festival fue la actuación de Bowie, que cantó Heroes en la Puerta de Bradenburgo, al lado del Muro al que se refiere la letra de la canción: Puedo recordarnos / De pie en el Muro / Con los disparos sobre nosotros / Mientras nos besábamos / Como si nada pudiera fallar / La vergüenza estaba en la otra mitad / Pero podíamos derrotarlos una y otra vez / Podíamos ser héroes / Sólo durante un día.

Mientras tanto, en el lado comunista se concentraron miles de jóvenes para, al menos, escuchar a los artistas desde lejos y hubo enfrentamientos con la policía cuando intentaron deterner a los oyentes a distancia por un delito de desviación ideológica contra el Estado.

Que Bowie no olvida Berlín quedó claro con las referencias a la ciudad en The Next Day (2013), su soberbio álbum de regreso tras una década de silencio. Queda por saber si la fascinación es tan profunda como para que el gran "regenerador" capaz de "adaptar y pulir" la música según el clima cambiante del último medio siglo —como le definen los curators de la exposición— se deje ver por el museo berlinés. En Londres el museo se convirtió en cita obligada para los vips (la lista de visitantes de postín que se dejaron ver por allí es enorme: Win Wenders, Kate Moss, Pedro Almodóvar, PJ Harvey, Robert Redford, James Franco, Colin Firth, Cate Blanchet...).

No hay fechas para España

Las entradas para el evento del Martin Gropius Bau ya están a la venta online. Los precios van de los 10 euros de la reducida a los 14 de la normal —a ambas cantidades se debe añadir 1,20 por procesamiento y comisión—. Hay un boleto exclusivo que se vende a 25 —más 2,20— y que garantiza no tener que hacer cola para acceder al museo.

David Bowie is..., que no no es una muestra artística al uso, sino el reflejo de la importancia de Bowie en la cultura pop, y cuenta con una puesta en escena basada en el impacto visual y sonoro, no se quedará quieta en Berlín. En septiembre va a Chicago y en 2015 hay fechas en París y Holanda. Nada anunciado para España por ahora.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento