Las claves del crimen de León: "inquinas", deudas, mapas, un revólver y una amiga policía

  • La confesión de la madre casi cierra el círculo del asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León, a falta de esclarecer algunos interrogantes.
  • Las evidencias halladas en la casa de la hija confirman que el crimen fue premeditado y preparado.
  • Queda por determinar el papel de una agente local, amiga íntima de la hija, que entregó el arma con la que se efectuaron los disparos, 30 horas después.
  • Problemas en las listas electorales, un conflicto laboral enquistado y motivos personales motivaron el crimen de Isabel Carrasco.

La investigación del crimen a tiros de Isabel Carrasco, presidenta del PP de León y de la Diputación de dicha provincia, entre otros muchos cargos, avanza a buen ritmo. Los investigadores creen haber dado respuesta a muchos de los interrogantes del caso, pero como en todo asesinato, siempre hay cabos que tardan más que otros en atarse. El móvil parece claro, "inquina y rencor personal", sobre todo después de la confesión de María Montserrat, una de las dos detenidas, aunque "casi nunca hay un móvil único", señalan fuentes policiales relacionadas con el caso. El arma, a la espera de las pruebas balísticas definitivas, está ya en poder de los investigadores. Queda por esclarecer cómo se preparó el crimen, cómo Montserrat rumió durante dos años, tal y como ha confesado, el plan obsesivo de matar a la persona que consideraba la causante de los males de su hija. Y queda por discernir también qué función tuvo en el crimen la hija, Triana, y qué rocambolesco papel tuvo la agente de la policía local que guardó el arma homicida, amiga de Triana. Estas son las claves del caso:

Las dos detenidas

Montserrat G., 58 años; y Triana M., 34 años, madre e hija. Acusadas del crimen. Las dos estaban muy unidas. De hecho, la madre pasaba largas temporadas en el pequeño ático que la hija tiene en la calle Cruz Roja de León. Ambas estaban afiliadas al PP. La víctima, Isabel Carrasco, presidenta del PP de León y de la Diputación, tenía una antigua amistad con Montserrat. De hecho, esa amistad ayudó a la joven Triana, que consiguió un puesto de libre designación en la diputación y fue incluida en las listas electorales en los comicios municipales de 2007. Triana era ingeniera de Telecomunicaciones por la Universidad de Cantabria.

El padre, el comisario

Pablo Antonio Martínez García, marido y padre de las dos detenidas, respectivamente, es inspector jefe y responsable policial de la comisaría de Astorga, en León. El martes pidió el traslado a otra ciudad, petición que ha sido aceptada por la Dirección General a la espera de un traslado definitivo. Puede ser trasladado a Gijón. Vive en una residencia policial en Astorga. Está colaborando con la investigación. El inspector jefe tenía en su poder su pistola reglamentaria y asegura que no disponía de ningún otra arma.

El crimen, con premeditación

Todo parece indicar que Montserrat y su hija prepararon el crimen con premeditación. Sabían que Isabel Carrasco había comido ese día en el restaurante del Hotel Conde Luna y que iba a ir a su casa por la pasarela peatonal en la que fue asesinada. La presidenta volvía de su domicilio tras cambiarse de ropa para viajar a Valladolid, donde Rajoy protagonizaba esa tarde un mitin. Sus compañeros de comida se ofrecieron a acompañarla y esperar en su portal hasta que bajase para ir juntos hasta la sede del PP y emprender el viaje a Valladolid, pero Isabel prefirió ir sola y reunirse más tarde con ellos, en la sede del PP local.

Madre e hija aparcaron el coche de la segunda, un Mercedes gris deportivo, en la confluencia de las calles Roa de la Vega y Gran Vía de San Marcos, a pocas calles de la pasarela que pasa sobre el río Bernesga. Interceptaron a Isabel a mitad de la pasarela y le dispararon tres tiros, desde muy cerca. Dos balas impactaron en la espalda y la tercera en la nuca, cuando Isabel ya estaba en el suelo. Fue un último disparo para rematarla. Luego se fueron andando hacia el coche, donde se separaron. En casa de Triana se ha hallado una pistola del calibre 7,75, kilo y medio de marihuana valorada en 12.000 euros, fotos de Isabel Carrasco y planos que revelarían que ambas conocían algunas costumbres diarias de la víctima. También había un ejemplar de la revista Interviú de diciembre de 2012. Este ejemplar incluye un reportaje sobre Isabel Carrasco y la investigación que había abierto un juzgado sobre los gastos irregulares de la víctima como consejera de Caja España. En el Mercedes de Triana, la Policía halló otro juego de matrículas.

Montserrat confiesa: cinco intentos, dos años

Montserrat confesó el martes por la noche que ella asesinó a Isabel. Y que lo hizo por "inquina personal". Además, reconoció que lo había intentado en los dos últimos años otras cinco veces, sin éxito. Montserrat disparó, presuntamente, cubierta con un gorro, pañuelo y guantes, estos últimos encontrados por la Policía. La primera prueba de residuos la sitúa como la persona que disparó. Pero faltan más pruebas biológicas, las concluyentes. La presunta asesina, parca en sus declaraciones, ha explicado que hasta que no compró una pistola en el mercado negro no pudo perpetrar el crimen, pero no ha querido explicar cómo intentó matar en las ocasiones anteriores a Isabel Carrasco si entonces no había comprado el arma. Un policía jubilado fue clave para resolver el crimen, ya que fue testigo del asesinato y siguió a las dos sospechosas hasta el coche de Triana. Este policía jubilado asegura que los disparos se produjeron sin que mediara ninguna discusión entre las mujeres.

El arma, en poder de una policía local

El arma del crimen es un revólver Taurus de calibre 38 modelo 32 HR magnum, de fabricación brasileña, conocida en el argot policial como "arma de señorita". Comprado al parecer a un toxicómano en Gijón (Asturias) al menos hace más de un año, según ha reconocido la propio Montserrat a la policía. A esta persona también le compró otra arma, una pistola del calibre 7.75 milímetros, que fue encontrada por la Policía en el registro realizado en el domicilio de la hija el mismo día del asesinato. El revólver del crímen lo tenía una agente de la Policía Local de León, Raquel Gago Rodríguez, de 41 años, amiga de Triana, "muy, muy amiga", señalan las mismas fuentes. La agente no entregó el arma por voluntad propia. Durante los interrogatorios, Triana confesó que se lo había dado a esta amiga, y la Policía se puso en contacto con ella. Esta, en comisaría, acompañada de un abogado, reveló que el arma estaba dentro de una bandolera en el maletero de su coche, un Golf, y que se lo había entregado su amiga Triana, obviamente entre el breve intervalo que medió entre el asesinato de Isabel Carrasco y la detención de la madre y la hija, es decir, entre las 17.15 y las 17.30 horas del lunes.

¿Por qué? ¿La agente no miró ni preguntó que había dentro de la bandolera?, ¿No sospechó nada cuando el nombre de las dos detenidas ya circulaban por los medios la misma noche del lunes? La Policía tiene tickets de los parquímetros de León que demuestran que los dos coches, el de Triana y el de su amiga Raquel, fueron aparcados muy próximos casi a la misma hora. ¿Qué hacía causalmente en la zona de huida la agente?, ¿Llamó Triana después de cometer el crimen para encontrarse con su amiga y entregarla el arma, supuestamente escondida dentro de la bandolera? La agente declaró que se encontraron por casualidad. No está detenida tras entregar ella misma el arma el martes por la noche, pero si está imputada a la espera de que pase a disposición judicial. En el arma faltan tres de las seis balas en el tambor. Tiene el número de serie borrado. Según el relato del policía jubilado testigo del crimen, madre e hija huyeron juntas de la pasarela y luego tomaron caminos distintos. El agente jubilado decidió seguir a Montserrat, aunque al parecer el arma lo llevaba su hija. Mientras la seguía, llamó a la Policía para alertar de lo ocurrido y contar hacía donde se dirigían. Monserrat llegó entonces al lugar donde le esperaba su hija junto al coche. Allí fueron detenidas ya sin el arma, seguramente porque Triana lo dejó en el coche de su amiga.

Además, esta agente participó junto a sus compañeros de la Policía Local en el dispositivo de seguridad del velatorio de Isabel Carrasco que la Diputación de León organizó el martes en el Palacio de los Guzmanes, según publica Leonoticias.com.

El primer móvil, las elecciones

La amistad entre Isabel Carrasco y el matrimonio formado entre Montserrat González y el inspector Pablo Antonio Martínez viene de lejos. Esa amistad hizo que la hija de la pareja, Triana, fuera en el número 7 de las listas electorales del PP en los comicios municipales de 2007, a pesar de que Triana no tenía vinculación con Astorga. El PP sacó solo seis concejales y Triana se quedó fuera. Pero durante esa legislatura, el número 6 de la lista y concejal renunció, por lo que Triana debía ser quien le sustituyera. No fue el caso. En 2011, en las siguientes elecciones, Triana no fue incluida en la lista del PP.

Segundo móvil, laboral

El portavoz de la Diputación de León, Jaime González, ha anunciado este miércoles que está realizando un informe laboral de Montserrat Triana Martínez, ya que "nunca fue despedida" de la institución. Triana ocupó un cargo interino entre enero de 2007 y mayo de 2011, es decir, fue un cargo de libre designación. En enero 2010, cuando la relación entre Carrasco y las detenidas estaba rota, la diputación sacó la plaza de Triana a concurso, que luego fue ocupada por el trabajador que ganó la plaza tras el proceso selectivo realizado en noviembre de 2010. El ganador ocupó el puesto de Triana, pero pidió después una excedencia voluntaria y la Diputación de León optó por eliminar ese puesto. En su puesto en la Diputación Triana se encargaba de asesorar a los Ayuntamientos en la redacción de proyectos relacionados con la banda ancha y la televisión digital terrestre.

Durante su estancia en la Diputación, Triana pidió la compatibilidad de servicios para ejercer otra actividad además de la que ocupaba de forma temporal en la Administración. Fue entonces cuando se realizó un ajuste de retribuciones, tras el que se determinó que Triana debía 6.500 euros. Ella no estuvo de acuerdo y empezó entonces un pleito administrativo que se resolvió a favor de la Diputación. La sentencia se conoció cuatro días antes del crimen. La sentencia fue hallada por la Policía en una mesa del domicilio de Triana.

Tercer móvil, personal

Madre e hija fueron incomunicadas tras su detención. La primera fue trasladada a la comisaría provincial de León y la segunda a la de San Andrés de Rabanedo. Al principio ninguna colaboró, incluso Montserrat, la madre, decía que no entendía porque había sido arrestada. Triana, su hija, pidió algo de comer, cacahuetes y un batido, y solicitó a los agentes que si su madre le podría traer ropa, desconociendo al parecer que también había sido arrestada. La segunda noche, Triana confesó que había entregado el arma a su amiga la policía local, y la madre finalmente confesó el crimen, señalando que dejarán en paz a su hija, que esta no tenía nada que ver, que todo lo hizo ella por "cosas personales suyas". Algunos medios leoneses han destacado la estrecha amistad que la víctima tenía con el padre y esposo de las dos detenidas, y que el matrimonio hace tiempo que no se llevaba bien, pasando incluso largas temporadas separados, él en Astorga (donde era el jefe policial) y ella en León con su hija Triana.

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