La exposición durante años a desengrasantes, pegamentos o pinturas perjudica a la memoria

  • Personas expuestas durante muchos años pueden tener problemas de memoria y pensamiento cuando se jubilan, muchos años después.
  • Trabajadores con alta exposición reciente a los disolventes clorados tenían un 65% más de probabilidades de deterioro cognitivo.
  • Representan un riesgo real para la memoria presente y futura del trabajador.
Representación del cerebro humano.
Representación del cerebro humano.
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Representación del cerebro humano.

La ciencia conocía ya los efectos adversos para la salud que puede llegar a ocasionar  pinturas y pegamentos. Ahora un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE UU) señala que las personas que están expuestas a pintura, pegamento o humos desengrasantes en el trabajo pueden tener problemas de memoria y pensamiento durante la vejez cuando se jubilan, décadas después de su exposición.

"Los disolventes representan un riesgo real para la salud cognitiva en el presente y el futuro de los trabajadores y, como la edad de jubilación aumenta, la cantidad de tiempo que las personas están expuestas también sube”, alerta la autora del estudio, Erika L. Sabbath.

El estudio –publicado en la edición impresa de Neurology– incluyó a 2.143 jubilados de la empresa de servicio público nacional francesa, de los que se evaluó su exposición de por vida a los disolventes clorados y los derivados del petróleo y el benceno, incluyendo el tiempo de la última exposición y la dosis de por vida. De los participantes, el 26% fueron expuestos al benceno, el 33%, a los disolventes clorados y el 25%, a los derivados del petróleo.

El benceno se usa para fabricar plásticos, caucho, tintes, detergentes y otros materiales sintéticos, mientras los disolventes clorados se pueden encontrar en las soluciones de limpieza en seco, limpieza de motores, decapantes y desengrasantes, y los disolventes derivados del petróleo se utilizan en goma de las alfombras, ceras para muebles, pintura, diluyente de pintura y barniz.

Los participantes completaron ocho pruebas de memoria y habilidades de pensamiento unos diez años después de jubilarse, cuando tenían unos 66 años. El 59% de los participantes presentaban deterioro en entre una y tres de las ocho pruebas; el 23% tenía deficiencias en cuatro o más pruebas, y el 18% no tuvo una puntuación deficiente en ninguna.

La investigación encontró que las personas con alta exposición reciente a los disolventes se encontraban en mayor riesgo de déficit de memoria y de pensamiento. Por ejemplo, las personas con alta exposición reciente a los disolventes clorados tenían un 65% más de probabilidades de presentar puntuaciones deterioradas en las pruebas de memoria y atención visual y la conmutación de tareas que los que no fueron expuestos a los disolventes. Los resultados fueron los mismos después de tener en cuenta factores como el nivel de educación, la edad, el tabaquismo y el consumo de alcohol.

"Las personas con alta exposición en los últimos entre 12 y 30 años mostraron deterioro en casi todas las áreas de memoria y pensamiento, incluidas las que no suelen asociarse con la exposición a disolventes", detalla Sabbath.

Pero lo que realmente llama la atención es que también se detectaron algunos problemas cognitivos en los que habían sido altamente expuestos hace mucho más tiempo, hasta 50 años antes de la prueba, lo que sugiere que el tiempo no puede disminuir por completo el efecto de la exposición a disolventes en algunas habilidades de memoria y cognitivas cuando la exposición de por vida es alta.

Esta experta cree que los resultados pueden tener implicaciones en las políticas sobre los límites de exposición a los disolventes en el lugar de trabajo.

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