"Ayudemos a los pobres, no a los mercados". "El patriarcado destruye el mundo". "Restauremos los servicios públicos". Las pancartas de Jean-Baptiste Reddé, con sus grandes letras mayúsculas de diferentes colores, volverán a las calles de Madrid este fin de semana, con motivo del tercer aniversario del 15-M, y esos van a ser algunos de los lemas que podrán leerse en ellas. Este activista francés, conocido como Voltuan, regresa a la ciudad para participar en los diferentes actos previstos, incluida la manifestación del sábado, y "apoyar a los españoles en la lucha por una democracia real".

Nacido en la localidad de Le Mans hace 57 años, Reddé recuerda que llevará ya unas cuatro décadas participando en manifestaciones. Descubrir la vida de Gandhi le llevó a creer que se puede cambiar el mundo. "Me manifiesto porque es muy importante tomar parte en los principales problemas", explica a 20minutos desde el otro lado del teléfono, aún en su país. Con esa premisa llegó en mayo de 2011 a la Puerta del Sol y se unió a los indignados.

Desde entonces no ha dejado de viajar a España para respaldar al movimiento. Un movimiento del que destaca su internacionalización: "Lo expandimos alrededor del mundo. Sabemos que hay un 'Ocupa Wall Street', 'Ocupa Australia', 'Ocupa cualquier sitio".

Él mismo ha recorrido Europa en los últimos años con sus característicos carteles, fácilmente localizables gracias a sus casi dos metros de altura y a sus largos brazos. Así se le ha podido ver en concentraciones que han tenido lugar en Francia, Reino Unido, Grecia o Bélgica. Ese bagaje le permite comparar las movilizaciones españolas con el resto. Apunta que "en España hay más y son más grandes" y resalta como particularidad la organización en marchas que parten de diferentes puntos para finalmente confluir y formar una única marea.

Reddé intenta estar allí donde se protesta contra la austeridad y los recortes, pero también se manifiesta contra la guerra en Siria o en favor de causas ecologistas. Su aparición más reciente ha sido esta misma semana: una concentración en París para exigir la liberación de las 200 niñas nigerianas secuestradas por Boko Haram. "Estoy en contra de las injusticias", asegura. Y se muestra muy crítico, por ejemplo, con el gasto en acontecimientos deportivos como el Mundial de fútbol. "El dinero destinado a este tipo de eventos debería acabar en el bolsillo de los ciudadanos", clama.

Su objetivo es luchar contra el sistema capitalista, el "déficit democrático y social", en definitiva, resume, "trabajar por un mundo más humano y en el que se respeten todas las vidas". Tras estas palabras no resulta extraño que a continuación apunte que es vegetariano.

Lo habitual es ver sus inquietudes plasmadas de forma sintética en pancartas pero también ha escrito algunos libros sobre temas políticos. Eso sin dejar de lado su pasión por la poesía. En ella se encuentra precisamente el origen de su seudónimo: Voltuan está inspirado en dos poetas románticos, el francés Nerval y el alemán Novalis.

"He decidido dedicar mi tiempo libre a la política y a las protestas. No voy al cine, no voy al teatro, no tengo hijos...", responde cuando se le pregunta cómo ensambla esa intensa actividad reivindicativa en su vida y con su profesión de maestro. Lejos de que su activismo y la exposición pública le hayan generado algún problema en su trabajo, dice sentirse muy apoyado por sus compañeros, y en general, por quienes que le rodean.

Seguidor de Stéphane Hessel, autor de ¡Indignaos!, Reddé cree que "los políticos están alejados de la gente" y avanza que no tiene pensado votar en las inminentes elecciones europeas. Considera que instituciones como el Parlamento Europeo no son conscientes de los problemas reales de los ciudadanos y pone como ejemplo que "en Francia hay ocho millones de pobres y el Gobierno no hace nada".

Voltuan opina que la labor realizada hasta ahora por los indignados ha sido muy positiva, que han sabido actuar con coraje y originalidad, y estima que habría que ahondar en una mayor organización de actividades. "Paso a paso" y con "paciencia", apuesta por seguir luchando para cambiar la cosas, en una corriente que conciencie a la ciudadanía y se extienda por el mundo "hasta lograr la victoria".