Corea del Norte, en la mano: llega la primera 'app' para recorrer el país con el 'smartphone'

Un viaje a Corea del Norte será algo que pocos de nosotros podamos hacer en vida. Lo de menos es la lejanía, que también; el hecho es que se trata el país más impermeable e inaccesible del mundo. Su dictadura no quiere turistas que puedan contar a sus ciudadanos que otro mundo es posible, aunque cada vez llegan más.

Así que nos conformaremos con el turismo virtual, que es lo que permite una nueva aplicación para smartphones y tabletas, recorrer Corea del Norte a través de fotografías, información y rutas por el país. Se llama North Korea Travel y de momento solo está disponible en inglés.

La app muestra desde los monumentos más emblemáticos de la capital, Pyongyang, hasta mercados de ciudades menores y rutas no accesibles en los restringidos programas turísticos por el Estado de los Kim.

La aplicación está diseñada tanto para los curiosos que quieren hacer turismo desde su sofá como para su uso en Corea del Norte por los cada vez más viajeros que cada año acceden al país en tours guiados de varias agencias, según la empresa británica Uniquely.Travel, que ha desarrollado la herramienta.

"Desde dónde encontrar la mejor comida hasta los mercados secretos, la aplicación muestra la parte del país abierta a los negocios, incluidos los rincones considerados hasta ahora fuera del alcance de los extranjeros", asegura la compañía.

Todos los lugares en esta guía de viajes para smartphones han sido localizados mediante GPS por Curtis Melvin, un experto en cartografía de Corea del Norte al que el Estado comunista ha prohibido volver a entrar al país al divulgarse su participación en el proyecto, según Uniquely.Travel.

Corea del Norte está perdiendo su fama de ser uno de los lugares más inaccesibles del planeta, ya que el número de agencias que ofrecen tours por el país ya supera la veintena y el número de visitantes crece cada año, aunque el Estado no publica datos oficiales.

Sin embargo, los turistas que acceden a este país no pueden recorrerlo libremente y han de hacerlo a través de tours guiados en los que agentes norcoreanos vigilan estrictamente que nadie se salga del itinerario marcado.