Editan el 'Testamento' de Chris Hondros, reportero de todas las guerras muerto en Libia en 2011

  • Reúnen en un libro fotos y textos del fotoperiodista estadounidense que cubrió los conflictos de Kosovo, Afganistán, Cisjordania, Irak, Liberia, Egipto y Libia.
  • Murió junto al reportero Tim Hetherington por un disparo de mortero lanzado por militares fieles a Gadafi en la ciudad de Misrata.
  • Sus fotos de una familia iraquí atacada mortalmente por error por soldados de los EE UU dieron la vuelta al mundo.
Dos niñas iraquíes observan al sargento Nick Gibson mientras su regimiento de Infantería "peina" el conflñictivo barrio de Dora en busca de "insurgentes"
Dos niñas iraquíes observan al sargento Nick Gibson mientras su regimiento de Infantería "peina" el conflñictivo barrio de Dora en busca de "insurgentes"
From "Testament, photographs by Chris Hondros" /Getty Images, text by Chris Hondros, published by powerHouse Books
Dos niñas iraquíes observan al sargento Nick Gibson mientras su regimiento de Infantería "peina" el conflñictivo barrio de Dora en busca de "insurgentes"

"Uno de los temas constantes en mi trabajo, eso espero, y una de las cosas en las que creo, es que la naturaleza humana tiene un sentido, el de la humanidad compartida por encima de las diferencias culturales que establecemos nosotros mismos". El reportero Chris Hondros no sospechaba al escribir la declaración que le quedaba poca vida para ver cumplida su esperanza.

El fotoperiodista estadounidense murió el 20 de abril de 2011 en la ciudad libia de Misrata al ser alcanzado por un mortero que dispararon soldados gadafistas contra los rebeldes con los que se movía Hondros, que acaba de cumplir 41 años. Junto a él falleció uno de sus mejores amigos, el también reportero inglés Tim Hetherington.

Dos veces nóminado al Pulitzer

Ganador de premios de referencia del fotoperiodismo —al Pulitzer fue nominado dos veces en vida y se lo concedieron a título póstumo—, Hondros, hijo de inmigrantes (griego y alemana) y nacido en Nueva York, dejó en 1998 un trabajo estable como editor de fotografía en un diario para convertirse en esa especie de caballero medieval de la fotografía que algunos llaman reportero de conflictos. Con un empeño terco y apasionado mostró la parte bárbara del ser humano para demostrar que ésta no es más que un accidente.

Estuvo en cada frente de batalla —Kosovo, Afganistán, Cisjordania, Irak, Liberia, Egipto, Libia...— y ahora editan Testament (Testamento), una antología de fotos y textos que abarca casi todos los conflictos desde finales de los años noventa del siglo pasado. El libro, publicado por powerHouse Books [160 páginas, 45 dólares] demuestra la altísima capacidad del reportero para humanizar los peores momentos de la barbarie de la guerra.

"Testigo comprometido"

"No era simplemente un fotógrafo de guerra de primera línea, sino también un observador y testigo comprometido, y su trabajo confiere humanidad a los acontecimientos mundiales complejos y trae a la luz de las experiencias humanas compartidas. Estaba decidido a ampliar nuestra comprensión de la guerra y sus consecuencias", dicen los editores al hablar de la "determinación inquebrantable" que llevó al fotógrafo a viajar docenas de veces a Irak y Afganistán en desplazamientos que llamaba "de rutina"  y en los que no buscaba fotos, sino "examinar y observar la vida cotidiana de las sociedades desgarradas por la guerra".

En enero de 2005, Hondros hizo en Irak una serie de fotos que dieron la vuelta al mundo tras el ataque de soldados estadounidenses que vigilaban un puesto de control contra una familia de civiles iraquíes que viajaba en un coche al que confundieron por error con un automóvil-bomba. El padre y la madre resultaron muertos en el acto y uno de los cinco hijos que ocupaban el asiento de atrás, Rakan Hassan, resultó herido y paralizado de las piernas. Las brutales fotos del reportero despertaron un movimiento mundial de solidaridad y Rakam fue llevado a los EE UU para ser operado. Cuando ya curado regresó a Irak el niño murió tras un atentado.

"Las imágenes deben influir en la opinión pública"

En la introducción de Testament, Jonathan Klein, director y cofundador de Getty Images, la empresa para la que trabajaba Hondros, escribe: "Chris creía que su trabajo podía marcar una diferencia. Dedicó y finalmente perdió su vida en la búsqueda de esa creencia, que no tengo ninguna duda de que  era correcta. Las imágenes pueden y deben influir en la opinión pública, impulsar a las personas y las sociedades y obligar a los gobiernos a cambiar sus políticas. Ponen nuestra atención en el sufrimiento de las personas que de otro modo no pueden comunicar su difícil situación" .

Inspirado por la vida, el trabajo y la visión del fotoperiodista muerto ha sido creado el Fondo Chris Hondros que fomenta el apoyo y la protección de los reporteros gráficos.

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