Los abusos sexuales a hombres en el Ejército de Estados Unidos siguen en la sombra

  • El temor a perder sus posibilidades de escalar en el estamento militar hace que la mayoría de los casos nunca se denuncien.
  • El Departamento de Defensa ha anunciado un aumento de las denuncias de abusos sexuales y violaciones en un 50%.
  • Varias campañas han animado a las víctimas a exponer sus casos.
Un soldado de EE UU.
Un soldado de EE UU.
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Un soldado de EE UU.

Los hombres que sirven en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos siguen teniendo miedo a denunciar acosos sexuales por el peso de la cultura castrense masculina y el temor a perder sus posibilidades de escalar en el estamento militar.

El Departamento de Defensa anunció este jueves un aumento de las denuncias de abusos sexuales y violaciones en un 50% en 2013 gracias a las campañas para facilitar a las víctimas exponer sus casos y las revisiones de las políticas en el origen de esos problemas.

Pese a los avances, el Pentágono cree que los hombres siguen escondiendo los problemas de violación o acoso sexual por miedo al estigma de una cultura militar que refuerza el concepto del hombre duro.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo este jueves en rueda de prensa que entre las directivas aprobadas en el último año hay medidas para animar a los hombres a denunciar los abusos, ya que las estimaciones del Pentágono es que la mitad de los soldados afectados por el problema corresponde al sexo masculino.

En el ejercicio de 2013, que finalizó el 30 de septiembre, se denunciaron 5.061 casos de abusos sexuales en las Fuerzas Armadas, por encima de los 3.374 casos de un año antes.

El 84% de las denuncias fueron realizadas por mujeres, lo que permite estimar que un gran número de abusos a hombres permanecen ocultos por miedo a las consecuencias, algo que el Departamento de Defensa quiere combatir.

"Tenemos que luchar contra los estigmas culturales que disuaden a los denunciantes. Tenemos que dejar claro que estos asaltos no ocurren porque la víctima es débil, sino porque el acosador desprecia nuestros valores y la ley", explicó Hagel.

Los datos indican que el 6,8% de las mujeres militares denuncia abusos, definidos bajo la ley castrense como "contacto sexual no deseado", toques, sodomía o violación, mientras que entre los hombres el nivel de denuncias es solo de 1,2%.

En la rueda de prensa posterior a la presentación del informe, Nate Galbreath, responsable de la investigación, dijo que esos datos son "la punta del iceberg" y es difícil determinar con claridad las razones por la que los hombres denuncian menos.

¿Un problema solo de mujeres?

"Hay una percepción errónea de que este problema es cosa de mujeres", explicó Galbreath.

Los datos del Pentágono indican que gran número de asaltos sexuales implican consumo de alcohol, violencia y acosadores de ligeramente mayor rango.

Por ello, además de habilitar una línea de atención a víctimas, políticas de prevención y un cambio en el modo en que se procesan estos casos en la justicia militar, el Pentágono ha puesto el acento en regular la venta y consumo de alcohol dentro de las bases.

El estudio ha revelado que la franja demográfica de los abusadores es similar a la de la sociedad estadounidense en general.

La gran mayoría de las víctimas tienen bajo rango (de soldado a cabo), mientras que los asaltantes van de soldado a sargento, con edades comprendidas entre los 18 y 35 años.

Esto indica que son los superiores inmediatos en rangos bajos los que aprovechan su posición para abusar de sus víctimas.

"La mayoría son compañeros... menos del 25% (de los acusados) son oficiales", detalló Galbreath.

El perfil de los atacantes está más repartido que el de denunciantes: el 35 % corresponde a hombres, el 40 % a mujeres y en el resto de los casos se acusa a hombres y mujeres abusando conjuntamente.

La administración del presidente de EE UU, Barack Obama, ha puesto especial atención durante los últimos años en el combate del abuso sexual en toda las facetas de la sociedad y especialmente en las Fuerzas Armadas, donde rige un código de justicia diferente y se había optado por una cultura de opacidad mantenida por muchos altos oficiales.

El secretario Hagel dijo en la rueda de prensa que "los abusos sexuales son uno de los peores crímenes que una persona puede cometer contra otra" y un enemigo de "los vínculos de confianza en el corazón de las Fuerzas Armadas".

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