Cruz Roja Madrid aparta de su cargo a la gerente de su centro de transfusiones de sangre

  • La marcha es temporal y durará solo dos semanas, según Cruz Roja, para investigar los nuevos protocolos de extracción de sangre.
  • La decisión se produce dos meses después de que el Gobierno regional cediera a la entidad la gestión de la extracción de sangre en Madrid.
  • Fuentes internas aseguran que se trata de un cese temporal para investigar presuntas irregularidades en el convenio firmado con el Ejecutivo.
Emma Castro Izaguirre, directora del Centro de Transfusiones de Sangre de Cruz Roja en Madrid.
Emma Castro Izaguirre, directora del Centro de Transfusiones de Sangre de Cruz Roja en Madrid.
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Emma Castro Izaguirre, directora del Centro de Transfusiones de Sangre de Cruz Roja en Madrid.

Cruz Roja de Madrid ha decidido apartar temporalmente de su puesto a su directora gerente del Centro De Transfusión de Sangre en Madrid, Emma Castro, por "unos cambios en los protocolos de extracción que se están investigando", según ha aclarado un portavoz de la propia entidad a 20minutos.

Esta marcha temporal, que no será superior a dos semanas, es una práctica "habitual" en la organización, según la dirección de Cruz Roja, y viene tan solo dos meses después de que la entidad se hiciera responsable de la gestión de la extracción de sangre en Madrid tras firmar un convenio con la Comunidad. Los trabajadores del Centro de Transfusión de Sangre del Gobierno regional afirman, sin embargo, que el verdadero motivo de esta marcha es la investigación de unas supuestas irregularidades cometidas durante la firma del convenio.

La cúpula de Cruz Roja en Madrid ha sufrido numerosos cambios en los últimos meses. El 26 de noviembre dimitió el coordinador autonómico en Madrid, Joaquín Pérez-Gil Delgado, y días después, el 19 de noviembre, se destituyó al director de Intervención Social, Ignacio Azcárraga Ruíz. Pero el cambio más polémico vino el pasado enero con la destitución de Jesús Mora, presidente de Cruz Roja Madrid, por un supuesto caso de acoso laboral.

"Prácticamente todos los que firmaron el convenio para privatizar la extracción de sangre en la comunidad de Madrid ya no están en sus puestos. Por parte del Gobierno regional ya no están ni Patricia Flores, exviceconsejera de Sanidad, que se marchó tras la dimisión de Lasquetty, ni Luz Barbolla, antigua directora gerente del Centro de Transfusiones de Sangre de la Comunidad de Madrid, que se jubiló poco después de la privatización del servicio", explica un empleado.

La privatización de la gestión de la donación y extracción de sangre en la región fue un proceso muy polémico desde sus inicios. Los trabajadores del Centro de Transfusiones se opusieron desde el principio a la firma de este acuerdo porque, según ellos, suponía que una comercialización de la donación de sangre. Gracias al convenio, Cruz Roja se encarga desde marzo de todo el proceso de promoción y extracción en la región, mientras que el Gobierno regional se ocupa solo del tratamiento, almacenado y distribución posterior del fluido. "Tenemos un plazo de dos años para ocuparnos de toda la extracción en Madrid, ya que antes compartíamos tarea con la Comunidad, e ir disminuyendo las actividades de laboratorio. Por eso era necesaria una revisión de los protocolos", asegura un portavoz de Cruz Roja.

A 67 euros la bolsa de sangre

El acuerdo se puso en marcha el 1 de marzo, y en él se establece que Cruz Roja recibirá 9,3 millones de euros con el objetivo de extraer 140.000 unidades de sangre al año. Esto supone que la Comunidad pagará de media 67 euros a la organización por cada bolsa de sangre donada. Además, la Comunidad ha cedido a Cruz Roja todos los medios de los que dispone para realizar las donaciones (unidades móviles, sobre todo).

Hasta marzo, lo que había era una duplicación de funciones. Tanto Cruz Roja como el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid extraían sangre en la calle y en sus propios centros para luego procesarla, almacenarla y distribuirla a los hospitales. En el caso del Centro de Transfusión, iba solo a centros públicos, mientras que en el caso de Cruz Roja se repartía también entre hospitales privados que pagaban una cantidad anual a la organización por el servicio.

Con el convenio, Cruz Roja tendrá que extraer ahora mucha más cantidad de sangre. La entidad asegura que con el pacto no se gana dinero, ya que su fin "no es lucrativo": "Los 67 euros que se pagan por bolsa es el coste medio que supone la extracción de sangre. Es solo para cubrir gastos, sin beneficios. No nos lucramos", afirma un portavoz de la organización.

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