Cuando los mejores arquitectos son los pájaros y las hormigas

  • El pájaro pergolero, que carece de canto melodioso o plumaje atractivo, atrae a su pareja edificando y decorando con mimo una impresionante glorieta.
  • Las hormigas rojas construyen con materia vegetal y tierra torres de dos metros de altura y cinco de diámetro que son totalmente impermeables.
  • El libro 'Arquitectura animal' compendia 120 magníficos, funcionales y bellos nidos y refugios construidos por especies salvajes.
El pergolero pardo, un pájaro de Nueva Guinea, coloca ante el nido un alfombra decorativa de frutas, flores y otros elementos
El pergolero pardo, un pájaro de Nueva Guinea, coloca ante el nido un alfombra decorativa de frutas, flores y otros elementos
© Ingo Arndt/Abrams
El pergolero pardo, un pájaro de Nueva Guinea, coloca ante el nido un alfombra decorativa de frutas, flores y otros elementos

Al pájaro pergolero pardo (Amblyornis inornata), endémico de una zona occidental de Nueva Guinea (Indonesia), no le tocaron en la lotería genética un canto melodioso o un plumaje exuberante. Pardo, sin trino y bastante feucho, el macho del ave ha desarrollado otras dotes para llamar la atención de la hembra y buscar pareja: construir una vivienda de ensueño.

Es una estructura enramada de gran complejidad —parece una cabaña o una choza de varas vegetales— de un metro de altura y casi dos de diámetro, con una entrada apoyada en dos palos en forma de columna, un frontal de cesped que el ave limpia de escombros y decora en forma de glorieta, disponiendo una alfombra de flores, frutas y élitros de escarabajos. El pájaro recorre cientos de kilómetros en busca de los mejores elementos constructivos o de objetos inusuales y llamativos, que a veces roba de otras chozas, y no cesa de reparar y mejorar la vivienda para que esté siempre presentable.

Tan bien como los mejores arquitectos

Es uno de los 120 casos que documenta el libro Animal Architecture (Arquitectura animal), un compendio fotográfico de los más bellos y funcionales nidos y refugios construidos por otras tantas especies salvajes. La obra [160 páginas y un PVP, aún no anunciado en euros, de 18,99 libras esterlinas], recién editada por Abrams & Chronicle Books, es una fascinante colección de fotografías, del alemán Ingo Arndt, un veterano y premiado autor de imágenes de naturaleza y vida salvaje. El libro demuestra que los animales pueden hacerlo tan bien como los grandes arquitectos —en ocasiones, bastante mejor—.

Cada día, en todo el mundo, mamíferos, aves e insectos se dedican al diseño de sus hogares, sea para la atracción de compañeros, para guarecerse de los elementos y los enemigos o como trampas para atrapar presas. En el proceso crean "magníficos nidos, refugios y hábitats" que el libro recoge "en toda su belleza y complejidad", dicen los editores, que anuncian el libro como "un homenaje visualmente fascinante a la intersección de la naturaleza, la ciencia, la función y el diseño".

Estructuras sofisticadas y elegantes

Mediante las vibrantes y convincentes  fotografías del natural o en estudio de Arndt y los textos explicativos sobre cada especie y sus modelos constructivos es posible explorar las estructuras "sofisticadas y elegantes" que los animales crean tanto para vivienda o para captura de presas.

Uno de los pájaros más habilidosos que figuran en el libro es el tejedor baya (Ploceus philippinus), un ave común en el sudeste de Asia y en la India. Construyen los nidos recogiendo tallos de hierba muy delgados que mastican para ablandarlos y entretejen para formar una estructura cónica que adquiere gran resistencia cuando el sol tropical seca las hojas humedecidas con saliva.

Los insectos merecen gran atención en la obra. Las hormigas rojas de la especie Formica rufa, que viven en la mayor parte del continente europeo, miden apenas un centímetro de largo pero son capaces de construir verdaderos rascacielos con materia vegetal y tierra. Los nidos pueden superar los dos metros de altura y un diámetro de cinco. En la complejísima torre, horadada con una red de túneles y cámaras, pueden vivir entre 100 y 400.000 ejemplares, totalmente protegidos del agua, ya que la mezcla con que construyen el refugio es impermeable.

Hojas cosidas con hilos de seda

Las hormigas tejedoras australianas, también llamadas hormigas verdes (Oecophylla) construyen los nidos a partir de hojas que cuelgan de los árboles. Para el proceso los adultos trabajan en común arrancando hojas con las potentes pinzas de la especie y luego las cosen con los hilos de seda que producen las larvas. La construcción, que la colonia realiza en colaboración y perfecta sincronía, no se alarga más allá de 24 horas.

Animal Architecture también destaca las catedrales de unos tres metros de altura construidas por las térmita en zonas secas del norte Australia —siempre dispuestas en una rigurosa orientación norte-sur para garantizar la mejor ventilación y el aprovechamiento de la inclinación de la luz solar— y las torres de hasta seis metros de la subespecie spinifex , una de las construcciones animales más espectaculares del mundo. Una sola puede acomodar a entre dos y tres millones de habitantes y la forma de chimenea  garantiza una temperatura interna constante de 30 grados.

El libro destaca el ingenio animal como inspiración para los humanos y refiere el caso de los nidos de avispas elaborados con papel producido por ellas mismas mediante la masticación de madera. Mediante la meticulosa observación del proceso, los chinos produjeron por primera vez papel de escritura y caligrafía hace miles de años.

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