Blake Griffin, pívot de Los Angeles Clippers, protagonizó la noche del sábado una curiosa escena en el partido que enfrentó a su equipo con los Golden State Warriors en el Staples Center de la ciudad angelina.
Al final del encuentro, el primero de la eliminatoria de playoffs entre ambos equipos californianos, Griffin fue eliminado con seis faltas personales. El jugador se colocó en la banda y se sirvió un vaso de agua, mientras dos aficionados de los Warriors, justo detrás, aplaudían la eliminación del jugador, de 25 años.
Griffin alzó la mirada para ver el videomarcador y en ese momento, alzó las dos manos, provocando que el agua del vaso cayera sobre uno de los fans.
Ante el gesto atónito del hincha de los Warriors, Griffin no sólo no se disculpó, sino que además dejó caer el vaso con desprecio junto al aficionado.
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